Lo más grandioso del cine es lo mucho que una puede llegar a empatizar con los personajes de una película. En unos minutos te olvidas de todo lo que ocurre a tu alrededor y eres uno con esa persona ficticia que está al otro lado de la pantalla. Nada más existe, solo una historia y mil sentimientos.
Porque es real, hay días que no necesitamos nada más que una gran película y un salón en penumbra para dejar a un lado nuestras comidas de tarro. Un buen picoteo, una mantita (si la temperatura lo requiere) y, en este caso, un inmenso paquete de pañuelos. Sin mayores complicaciones. Dejarnos llevar por las emociones y soltar las lágrimas frente a la televisión es también una maravillosa terapia, que nadie os diga lo contrario.
En mi listado de películas imprescindibles para los días de lluvia acumulo historias desde el desamor hasta las tragedias familiares más duras. Que yo soy así, una chica de extremos que necesita un dramón en su vida de vez en cuando. Y hoy os traigo todas esas maravillas del séptimo arte que son, para mí, el mejor reconstituyente.
‘Mi chica’
Voy a empezar fuerte señalando esta increíble producción sobre el primer amor y la entrada en la adolescencia. No haré spoilers por si alguien no la ha visto (que, por cierto, ya estáis tardando), pero es un film de lo más dulce y duro que he visto en toda mi vida. Adoro a Macaulay Culkin y su papelón como amigo inocente que solo quiere hacer feliz a su mejor amiga.
‘La vida es bella’
Creo que es una de mis películas favoritas. Por la manera en la que trata el holocausto contra los judíos, por enseñar tanta crueldad desde los ojos de un niño y por lo muchísimo que lloro durante toda la segunda mitad del film. Una obra maestra que descubrí con quince años y que puedo ver una y otra vez sin cansarme.
‘En busca de la felicidad’
Seas o no fan de Will Smith, esta película eriza la piel a cualquiera. Es la opción perfecta para ponerse en el lugar de ese padre luchador al que todo parece salirle mal, y una vez más comprobar que por nuestros hijos hacemos lo que haga falta. Y lo más genial es terminar con los créditos llorando a moco tendido pero de alegría máxima.
‘Up’
Recuerdo aquella tarde en el cine, a un lado mi chico y al otro una niña de no más de diez años. Y en apenas diez minutos de película todo eran llantos, tanto de uno como de la otra. Yo me uní, claro está, porque Pixar lo volvió a hacer y nos regaló un momentazo amargo y duro para después sorprendernos con un peliculón. ¿Por qué Pixar, por qué?
‘City of Angels’
Qué dureza de película y cuánta crueldad en una producción tan preciosa. Y lo dice una que no es nada fan de Nicolas Cage (sorry about this). El amor en estado puro y una visión de la muerte completamente diferente. La primera vez que la vi lloré indignada y muy cabreada con el giro de guión. Encima tiene una banda sonora increíble. Peliculón, sin más.
‘Quédate a mi lado’
El cáncer, no hay más que decir. Todo lo horrible que trae esta maldita enfermedad y lo mucho que cambia la vida de las personas que lidian con él. Un hilo argumental perfecto donde ves cómo da un giro la perspectiva de una madre que decide buscar lo mejor para sus hijos. A día de hoy no soy capaz de ver entera esa despedida sin llorar inconsolable. Ain’t no mountain high enought…
‘El pianista’
Solo dos palabras: obra maestra. Aquí ni desamor, ni muertes dramáticas ni nada por el estilo. Lo único que vemos es realidad, de la más cruda. Me he pasado temblando más de media película y la he disfrutado igualmente, porque Adrien Brody hace un papelón sublime y porque tras todo el drama guarda una historia magnífica.
‘Ghost’
Un must si lo que quieres es desahogarte con una historia de amor de las buenas. A ver quién no se ha vuelto loca con esa escena entre el barro y la ‘Unchained Melody‘ sonando. Esa Demi Moore enamorada que pierde a su marido (nuestro querido Patrick Swayze), y con el toque de humor que le otorga la gran Whoopy Goldberg. Si es que lo tiene todo.
‘Noviembre Dulce’
Keanu Reeves, Charlize Theron y una historia de amor preciosa. Ella, esa chica rara que todo lo ve desde un punto de vista de felicidad y positivismo. Él, un hombre entregado a los negocios y al estrés. La unión perfecta con el final más complicado. Nunca es demasiado tarde para ver este film por primera vez y descubrir que, muchas veces, hay que mirar más allá para conocer de verdad a las personas que nos rodean.
‘Aquí en la tierra’
Recordaba el hilo argumental de esta peli y lo muchísimo que lloré las dos veces que la vi. Una historia de adolescentes, un triángulo amoroso entre el chico rico y los muchachos del pueblo. Y un drama terrible que nos demuestra, una vez más, que da igual todo lo que tengas, que lo material está de más. Josh Hartnett es uno de los protagonistas, y yo todavía no supero la mirada y la dulzura que me transmite este chico.
‘Yo soy Sam’
Sé que me quedan muchas películas en el tintero, pero no puedo cerrar este ranking sin incluir esta maravilla del cine. Una historia de amor sí, pero entre un padre y su pequeña hija. Papelazo que se marcó el actor Sean Penn dando vida a un hombre con discapacidad intelectual que lo da absolutamente todo por salir adelante con su hija, la genialérrima Dakota Fanning. El broche de oro lo pone una Michelle Pfeiffer en el papel de una abogada que, gracias a Sam, comprende lo que es realmente importante en la vida. ‘Tú eres el rojo en sus cuadros…‘ y venga llorar una vez más.
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