Pixar nos robó el corazón siendo pequeños y desde entonces no ha parado. Abrieron la puerta a nuestro corazón dándole vida a los muñecos que todos tenemos en nuestro cuarto a través de su primera película, Toy Story (1995) y desde entonces la compañía ha producido 16 películas más, la más reciente The Good Dinosaur (2016). El estudio se ha ganado numerosos premios por sus películas y otros trabajos, incluyendo 27 Premios Óscar.
Pixar va siempre más allá de los meros dibujos para los pequeños y usa guiños en sus películas dedicados a nosotros, los adultos, para abordar temas como la nostalgia, el arrepentimiento, el amor, la tristeza, etc. Aquí una recopilación de alguno de esas guiños:
Toy Story aunque la más antigua, también es la que consigue tocar más nuestra fibra nostálgica. Debo decir que siempre termino recuperando algún muñeco de mi armario después de ver esa escena en la que Jessie, la compi vaquera de Woody, recuerda la niñez y adolescencia de su querida compañera de juegos, quien al crecer pierde el interés por sus juguetes (y se pasa a otro tipo de juguetes, guiño guiño). Incluye todo lo que un montaje triste puede tener: una reflexión muy cuqui sobre el paso del tiempo, la pérdida de la imaginación infantil y Sarah McLachlan cantando la canción When She Loved Me, ¿alguna cosa más para asesinar a nuestro pequeño corazón?
Monsters, Inc., una perfecta combinación que producen unas estudiadas dosis de acción, humor, drama, aventura y un punto (muy mono y rosita) de ternura. Centrada indirectamente en la normalización del monstruo aterrador, entre líneas, escruta el concepto de corporación moderna actual, abordando el formato de las grandes empresas y en sus sucios objetivos basados en la codicia y el poder (maldito Apple). Pero centrándonos en lo que más nos toca el lado infantil, a mi en concreto me encanta nuestro querido Yeti y sus heladitos de nieve, me lo llevaba a Canarias todo el verano.
En Buscando a Nemo aunque el pequeño pez payaso es al que hay que buscar, el verdadero protagonista de la película es su padre. Entre reuniones de ex carnívoros yonkis, y niñas repelentes tocando los cojones en el dentista, nos encontramos con nuestra querida/divertida/despistada compañera de viaje Dori (protagonista de la próxima película bajo el mar, WEEE!). Este pequeño boqueroncito consigue llegarnos al corazón y además nos deja un mensaje en forma de consejo universal y eterno: «¡Sigue nadando!». Mantra válido para el público de todas las edades, entendido por los más adultos que necesitamos ese consejo pegadizo mucho más a menudo de lo que querrías aceptar.
Wall-E debió de ser una difícil venta para las audiencias de menor edad, dado que supone una reflexión silenciosa sobre el consumismo y el inevitable fin del mundo debido al materialismo humano. Sin embargo, el resultado final es una obra maestra, con detalladas caracterizaciones y enorme belleza visual. La película muestra especialmente bien que Pixar cuenta historias, ya sean fantásticas, como reales, lo cual sea probablemente lo más apreciado por los adultos, esa posibilidad entre 10 de que podamos acabar así si el mundo sigue a este paso. Además del amor siempre palpable, esta vez entre el cariñoso y torpe Wall-E y su amada «Eeeevaaaa» <3
Como Del Revés otra película que nos hace tenerle tirria y amor por igual a su pequeño protagonista es Up. Y es que el pequeño boy scout nos consigue gastar los nervios tanto como hacer crecer el corazón. Hay películas que nos sacan las lágrimas al final, pero una de estas, infantil, y que encima nos saque las llantinas desde el minuto uno es mucho. La perdida de la esposa, Ellie, es una de las tramas más duras, el proceso que tienen a lo largo de su vida nos recuerda lo cotidiano de nuestra existencia, desde el pinchazo tontuno de una rueda hasta el duro momento en el que le cuentan que no podrán tener niños. Se trata desde el punto de vista adulto de una historia basada en el dolor, la pérdida, la aceptación y la búsqueda de nuestros sueños.
Abordando películas más recientes…
Del Revés captura el tránsito tan horrible, nefasto y confuso (si ¿qué pasa? el mío me encantó) de la PUBERTAD, en el que la vida interior se convierte en un desastre incomprensible. Al final nuestra amada/odiada/ganas de asesinar Tristeza se convierte en la heroína inesperada, dándonos una lección de salud emocional mientras la lía parda en la mente de Riley. Para los niños quizás sea una forma divertida de conocer de forma infantil e imaginativa lo que tenemos en nuestras mentes, para nosotros los adultos es una clara escenificación del cacao mental transitorio que se tiene durante esa edad.
El viaje de Arlo, una película totalmente distinta a cualquiera de las antes mencionadas. El mundo se pone patas arriba cuando el meteorito que se cargó a los dinosaurios pasa de largo cual suspiro. Los queridos dinos (y no las galletitas) se convierten en una especie de sociedad inteligente y de repente y sin venir a cuento aparece un pequeño humano con complejo de perrito salvaje pasando el mono. Y yo que tengo un enano en casa desde hace algunos años no podía resistirme a esta película tan especialita, al final todo se vuelve puro amor con toques satíricos (no aconsejable para personas de lagrimilla fácil, ains).
Cortometrajes que enamoran…
Menor tiempo no es sinónimo de menor intensidad, y es que hay algunos cortometrajes como estos que nos llegan al alma:
The Blue Umbrella
(Film completo en Vimeo https://vimeo com/131090328)
Lava
Y aunque producido por Walt Disney Animation Studios no podíamos dejar de nombrar a Paperman que consiguió el amor a primera vista de muchos de nosotros.
Los Increíbles, Cars, Ratatouille,Brave… Aunque me he dejado algunas por el camino, el resumen de esto es que por muy mayores que nos volvamos, las cinéfilas de dibus siempre amarán cualquiera de sus películas, pasadas y futuras.
