Yo tenía una amiga que hacía lo contrario. Nos pedíamos unas bravas entre todas y comía como una desesperada. Vamos, que éramos cuatro y había que comer con estrés porque si no no te dejaba ni una. Luego era muy fina, comía muy sano, en fin… lo hablamos con ella y se enfadó. Tenéis que hablarlo con él sí o sí, pero no descartes que se ponga a la defensiva.