Hoy en Weloversize hemos amanecido más felices que la mañana de Reyes y es que, como FANS DE POSTER Y DE CARPETA de Elisabet Benavent, nos hemos vuelto locas sabiendo que Netflix dará vida a la saga Valeria.

Si a estas alturas no eres conocedora del fenómeno Valeria (y Silvia, Alba, Martina, Sofía, Maggie, Macarena…) tengo que decirte que, sintiéndolo mucho, estás perdiendo mucho tiempo de tu vida en otras cosas que no merecen la pena.

Como buena devoradora de libros, me he “zampado” todo lo que Eli ha escrito. Luego me arrepiento de los atracones que me doy, porque no los saboreo lo suficiente… pero eso es otra historia.

Valeria llegó a mi vida cuando estaba en el peor momento. Cuando estaba hecha auténtica mierda y sólo podía mejorar por estadística. Y no sabéis cuánto me hizo llorar y reír a carcajadas. Y es que los libros de Elisabet, son terapia.

Os hago un resumen rápido:

4 amigas: Valeria, Carmen, Lola y Nerea. Valeria es escritora y está harta de su vida monótona, está casada con Adrián pero conoce a Víctor (amigo de Lola). Carmen es muy tímida y tiene muchos complejos, se vuelca en el trabajo y su jefe es un gilipollas, Lola es la versión cañí de Samantha Jones (ES FABULOSA SIN MÁS) y Nerea es “la piji” y aunque su vida parezca perfecta, no lo es tanto.

En este escenario empieza a transcurrir todo. Miles de situaciones que todas hemos vivido: salir de fiesta y acabar como piojos, encontrarte a un Dios griego que te empotra como nunca en tu vida, darte cuenta que el tío con el que salías es un imbécil integral, que te obliguen a salir de casa porque llevas 7 días viviendo en pijama y alimentándote a base del just eat…

Y mientras esperamos el estreno en Netflix como quien espera un paquete de Amazon, os dejo un fragmento de una conversación entre Valeria y Lola, tranquilas que no es spoiler, sale justo al principio del libro. ( Y si esto no os mete dentro el gusanillo, ya no sé qué más hacer…)

—Lola… no va a pasar nada. A mí también me cayó bien y no hay nada de malo en que vayamos a tomar algo. Una mujer puede tener amigos.

—No como Víctor.

—Tú le tienes como amigo.

 —Por eso te lo digo. Id a sitios públicos. Ese hombre puede llegar a ser muy…

—No termines la frase. Acabo de darme cuenta de que debes haberte acostado con él.

—Bah! Fue una noche y estaba tan borracha que ni cuenta me di.

—No me lo creo.

—No, haces bien; el cabrón folla como un dios y tiene una polla de dos palmos. Me corrí tres veces.

—Vale, Lola. No me des más datos, por favor…

Claro, que nos he dicho lo mejor (para mí) y es que me muero de ganas no sólo de ver a Lola hablando de sus experiencias sexuales, si no que me MUERI por ver a Víctor. Os lo describo según el libro:

31-32 años, muy alto, moreno, unos ojos verdes de caerse de culo, masculino, elegante, de esos que ves y piensas “que gilipollas” y que sin saber por qué te pone a mil y es arquitecto. 

Así que, vayámonos preparando para el huracán Valeria. ¡QUE GANAS!