Los jueves vuelven a tener sentido. La semana pasada nuestra cadena amiga tuvo la cortesía de emitir una película y así darnos un poquito de descanso entre Isla de las tentaciones y Supervivientes. Vasile, no tienes el gusto de conocernos, pero no necesitamos descanso.
Hace unas semanas tuve que hacer una prueba de redacción para la que escogí hacer una crítica al formato que ha ido adquiriendo el reality. En concreto a su casting, que empezaba a hacerse público esos días y que me traía demasiados recuerdos fatídicos de encierro en casa durante días. Mañana, tarde, aplausos y noche.
Curiosamente, leyendo mi máquina de odio favorita, Twitter, he confirmado mis sospechas. No soy la única que pide una salida de emergencia hacia otro tipo de perfiles. Sin ninguna Superstar que justifique la consagrada retroalimentación de la cadena, el casting ha sido tachado de flojo, aburrido y repetitivo. Para la mitad de la plantilla nos hemos conformado con los secundarios de toooodos los clanes, realities y dramas del confinamiento.
Nuevamente aprovecho para apelar a una desescalada y volver a la esencia de la supervivencia, mezclando gente popular con seres aún enigmáticos ¿No hubiera sido genial tener a Patry Jordán, Fernando Simón o Elena Cañizares y sus odiosas compañeras de piso? Seres pandémicos y relativamente conocidos, pero a la vez misteriosos. ¿Son de mecha corta? ¿Hacen las necesidades cerca de la orilla para joder al compañero? Me temo que nunca lo sabremos.
Una vez asumido que esto es lo que hay, por supuesto que hay tramas que no defraudan. Tom, vestido para una fiesta en yate y la reina Melyssa. En su primer desencuentro yo palpo más tensión sexual que otra cosa. Y sí, deseo que sigan azuzando las brasas del fuego lo suficiente como para que a Tom se le complique la vida.
Por su parte Marta y Alexia no habían metido el bikini en la maleta y ya estaban enzarzadas por quién le robó el machirulo a quién. Sus defensores aseguran que terminarán limando asperezas. Yo sinceramente prefiero que no. Pero por favor, si se van a pelear, que sea por otra cosa.
Y de la mano de ellas mismas llega el momento que más pupa ha hecho a los usuarios. El tongazo. La separación del Merlos Place. El público no se cree que Marta fuera elegida para ir a la isla del Pirata Morgan. El sufrimiento que le causa estar al lado de su rival, Alexia, parece ser el motivo que lleva a Telecinco a colocarla lejos de ella, según dicen las malas lenguas. Pero no es la única en el punto de mira de los telespectadores. Olga, Gianmarco y Alejandro, no se libran de ser cuestionados como concursantes de pleno derecho. Sobre todo Olga, nominada dentro y señalada fuera para que salga del concurso. Vamos a darle una oportunidad, anda.
Ahora bien, si hay unanimidad en algo es en que si la perfección existe se llama Melyssa Pinto. Es perfecta en sus modales, en su forma de saltar del helicóptero y perfecta asumiendo su paso por la otra isla «Fui a la Isla de las tentaciones. Todas las mujeres se han puesto en mi piel. En vez de llamarme cornuda me han llamado reina». Y es que lo eres, Melyssa.
Con el motor de esta edición arrancado te pregunto, ¿tú qué preferirías, formato repetitivo o formato semi-anónimos?