Tema serio y |aviso| un poco largo que escribo para desahogarme y para abrirme conmigo misma y con vosotras también por primera vez en muchisimo tiempo.
No me conocéis y yo a vosotras personalmente tampoco, pero he llegado a desarrollar cierta empatía con muchas y con vuestras situaciones y también respuestas. Es curioso.
No es un tema que se hable demasiado por lo normalizado que está. O sólo surge cuando se tiene mucha confianza con quién estés hablando.
Pero bueno. Al grano. Desde que era una niña |y asumo que os pasó a casi todas| el aspecto físico me la traía al pairo. Sólo me miraba al espejo a la hora de peinarme o lavarme la cara y los dientes y tan contenta yendo al natural.
Con los años te das cuenta de que la cosa va cambiando. Quizá no es algo palpable, más bien una presión indirecta que en la adolescencia y conforme creces va apretando más y más. Te miran mejor si vas arreglada, te sonríen si llevas cierta ropa, si hay un cambio positivo en tu físico te surgen más oportunidades… Nadie te dice directamente qué es lo que se espera de ti, pero tú vas aprendiendo qué es lo que está mejor visto por estas actitudes que pasan tan desapercibidas.
Y hablo en general. Sé que hay gente maravillosa que te apreciará sólo por cómo eres. Pero desafortunadamente no siempre es así.
Empecé a verme mejor poniéndome base de maquillaje. «Tienes mejor cara». Y luego añadí rímel. «Qué bonitas pestañas». Y luego me perfilé los ojos y pinté mis labios e incluso mis cejas. Como podréis asumir todos estos retoques también recibieron halagos. De esta forma aprendí que me veía mejor retocando mi imagen.
Fui aprendiendo poco a poco a encajar cada vez más, a perfeccionar mi técnica de maquillaje y a aprender qué me sentaba mejor según mi tipo de cara y de cuerpo. Al principio porque como a todas, me gustaba sentirme guapa de vez en cuando. Pero luego me sentí incapaz de salir a la calle sin maquillar, aunque sólo fuese a comprar el pan. Quedándome a dormir con amigos tampoco me lo quitaba, porque temía que la imagen que yo misma había creado de mí se les cayera.
Con el dinero que llevo gastado en productos de belleza podría haberme costeado un viaje de años. Mascarillas para la piel perfecta y sin un solo grano |lo paso fatal si veo imperfecciones|, las mejores marcas en productos de maquillaje, y otros productos que incluso me hacen daño. |Pintalabios que te queman los labios pero que los hacen ligeramente más grandes|.
El pelo es otro rasgo que me gusta mantener siempre limpio y perfecto, y le dedico varias horas al día a lucir un pelazo digno de peluquería |a la que también voy de vez en cuando|.
Con el cuerpo me maté hasta alcanzar unas medidas casi perfectas. |Sufro al tener una constitución que jamás me permitiría tener unas caderas de 90 ya que soy muy delgada, pero nunca me rindo y le pongo solución|.
Tomo medidas todos los días de mi cuerpo y cada vez que paso por un espejo me aseguro de que todo, cuerpo y cara, sigue como debería seguir.
Estoy al día de nuevos productos de belleza, sus novedades, y de la ropa que pienso que más me favorece. Paso horas buscando productos que me dén soluciones a problemas que únicamente yo soy capaz de ver. He dicho que no a salidas sólo porque ese día mi pelo o algún rasgo facial no estaba tan perfecto como debería.
Tengo pensadas cirugías para mejorar ciertos rasgos y me llena de ilusión pensar que pronto podré costearmelas.
Sin embargo hoy, al estar maquillandome frente al espejo como de costumbre, simplemente me he dado cuenta de que estoy agotada y de que esto no es vida. Lo mismo que me hace feliz es precisamente lo que en cierta forma me mantiene enjaulada.
Si has llegado a este punto probablemente pienses que necesito ayuda psicológica, que soy una esclava más de la sociedad y que necesito recolectar autoestima de otra forma que no sea potenciar mi físico. Y no te faltará razón. Yo misma lo sé. No sé por qué hago esto. No sé a quién pretendo sorprender ni qué pretendo demostrar.
Sólo sé que me siento mejor viéndome bien, alcanzando una perfección que ni siquiera sé si existe, y que eso y sólo eso me ayuda a que lo malo se haga más pequeño.
He encontrado opiniones muy dispares en este tema. Normalmente la gente no se da cuenta a no ser que te abras de corazón, y te dice «Oye, si eres feliz haciendo X y te ves mejor, adelante». Pero pocos se preguntan si lo haces realmente por el simple hecho de que te gusta o si lo empuja algo más.
¿La culpa la tiene la sociedad con sus cánones imposibles? ¿O yo por tener una mente tan débil? Probablemente una mezcla de las dos. Aunque no busco culpables. Sólo comprensión, opiniones y experiencias respecto a este tema. Tanto si lo veis como una gilipollez o si lo veis como algo que parece eso pero en realidad es más serio.
Sólo necesitaba abrirme por primera vez con algo que llevo arrastrando mucho tiempo y quiero conocer qué piensa la gente sobre ello.
Gracias por leerme.