Hola chicas y chicos.
Hoy me siento con la capacidad de poder escribir esto, porque estoy segura de que me creéis y de que probablemente sepan de lo que hablo.
Hace 10 años, cuando tenía solo 11 años me quedé un fin de semana en casa de mi hermana y su pareja.
De camino a casa de mi hermana yo iba en coche, ella no estaba, solo mi cuñado y yo, vamos a llamarlo X. X empezó a decir que si alguna vez abusaban de mi algún hombre, chico, cualquier persona, que lo contase para poder hacer algo.
Al llegar a casa de X seguíamos solo, anocheció y X me dirigió a su cama, a la cama de mi hermana, recuerdo que no eran ni las 23.00 de la noche, me puso la televisión y tras unos minutos me dijo «Relaja los labios» y me besó, yo estaba tensa y apretaba los dientes, él con la lengua intentaba acceder a algo más, una vez que se dio cuenta de la situación paró y me pidió disculpas, no respondí, no dije nada, no actúe. Dormí y lo peor? lo hice a su lado. Mi hermana llegó a casa pero por la mañana a eso de las 9.00 tenía que volver al trabajo. Nos volvimos a quedar solos él y yo, ambos despiertos, pero yo me hacía la dormida ¿Sabéis que pasó? me volvió a besar, yo seguía apretando los labios, no se daba cuenta, metió su mano por debajo de mi pijama y subió mi camiseta con una mano apretaba mi pecho y con la otra me lo introducía por donde ya todas sabemos. ME ESTABA HACIENDO UN DEDO. Yo, inocente de mí retaba a Dios a demostrarme que existía, retaba a Dios para que X parase, pero no lo hacía, yo seguía haciéndome la dormida, en ese momento con 11 años conseguí el minimo valor para poder girarme. Dejó de hacer todo eso. Nunca se lo he contado a nadie, ni a mi madre, hermana, mejor amiga, amistades, pareja, a nadie. Solamente le dije a mi madre que no quería volver a dormir allí y así fue.
En ese momento no lloré, no sentía nada. Ahora mientras lo escribo se saltan las lagrimas.
Hoy me siento valiente de contar esto gracias a todas vosotras y por la impotencia de la mierda de condena de La Manada.
A la víctima, NO ESTAS SOLA.