Tienes varias opciones:
– perder la relación, aunque te duela.
– contestar, enfrentarla, ponerle límites.
– no hacer nada. Asumir que ella es así y que diga lo que quiera sin sentirte molesta

La próxima vez que te diga algo hiriente plántate, dile que estás harta y que si no te habla con respeto, mejor dejar de hablar. Que elija ella.

¿Pero te aporta algo como amiga? porque no has dicho nada bueno de ella…
Te diría que lo hables con ella, pero este tipo de personas no ven sus errores…
Otra opción, como ya te han dicho, es que cuando te haga algún comentario de los suyos pues le respondas lo que piensas tipo «podré comprarme el carrito que me de la gana, o me vas a comprar tú uno mejor?» o «quedo con las otras madres porque me gusta quedar con ellas y es bueno para mi hijo» a ver si a base de borderías va pillando que su forma de hablar es desagradable… y si no lo pilla ni cambia, no puedes hacer nada más, así que solo te queda aguantarte o alejarte.

Hola Llara, he tenido vivido dos experiencias como la que tienes con tu amiga. La diferencia es que la amistad no era de tanto tiempo. La primera que recuerdo era una compañera de universidad, me di cuenta de su toxicidad cuando terminó comoarando la radio de su coche con la del mío y diciendo que la única diferencia era que en la siya se podían ver fotos u en la mía no (estoy hablando de hace más de 10 años,no habían aún radios con las pantallas como ahora) mientras mi nota final fuese más baja que la suya, todo bien cuando la superaba, siempre soltaba alguna perlita… terminamos la carrera y con el tiempo intenté quedar con ella y su grupo por nostalgia a los viejos tiempos y la situación no fue más allá. Así que ante mi incomodidad con ella /ellas la poca relación que quedaba terminé cortantola.

Años más tarde, me sucedió con otra persona. Me llamaba a cada instante, contando sus problemas. Cuando yo contaba los míos, me respondía mal, y si le reprochaba sus malas respuestas se excusaba en que ella era muy bruta. Yo me compraba algo verde, ella también lo quería y se lo comprobaba. Yo me apuntaba en alguna actividad, allá iba ella también… Si llamaba y no quería o no se me apetecía responder, interrogatorio. Pero ella sí podia tomarse su tiempo para dejar de hablar y cosas de esas. A su favor je decir, que sí que cuando me hacía falta me ayudaba, pero tenía que devolver ese favor con creces o si no lo pagaba caro con sus reprochestbirandomelo en cara. A ella sí llegué a enfrentarla, cuando se me acabó la paciencia porque soy una persona que procura tratar a la gente como me gusta que me traten. No me gustaban sus respuestas ni sus actitudes y después de 4 años en una llamada le respondí con buenas pero diciéndole 4 verdades, y la señorita me colgó y dejó de hablarme.

El caso es, te entiendo porque más en tu caso la amistad es de muchos más tiempo que la mía. Me dolió cortar lazos, pero con el tiempo lo ganas en salud. A veces me vienen recuerdos de alguna perla y pienso pues menos mal que ya no lo oigo… O vaya, de la que me libré,que ahora estaría haciendo doble esfuerzo para librarme de algún reproche… O cosas así.

La paciencia de cada de persona tiene un límite distinto. Tú sabes hasta donde llega tu límite, pero todos esos comentarios despectivos, pueden llegar a pasar factura, por lo que no estaría mal poner un poco de distancia

Un abrazo