Me gustaría compartir la historia que tengo con este chico. Son muchos años y desgaste los que nos persiguen a ambos.
Todo empezó en nuestra adolescencia. El típico rollete de verano que te cala muy adentro pero sale mal. Por suerte tienes cabeza y sales rápido por patas pero te queda siempre dentro ese “¿y sí….?”
Una de entre las muchas dudas que me provocaba este chico era si yo realmente le había llegado a gustar de verdad o solo era un entretenimiento, y tuve esta espinita clavada años aunque pude hacer mi vida con normalidad, sin embargo el destino quiso que nos volviéramos a encontrar un día en nuestra ciudad natal años después de aquel rollete. Fue un encuentro tontísimo donde pude apreciar que los años le habían sentado fatal, pero sin embargo…oye, que me encendió algo. Y yo a él también.
Desde entonces hablamos muy seguido por whatsapp y nos hicimos muy buenos amigos. Solo amigos, todo muy inocente pero ¿conocéis ese refrán que dice “donde hubo fuego, ascuas quedan”? Pues eso nos pasó… Había una tensión sexual entre ambos que se podía hasta palpar y un día que habíamos quedado a tomar un simple café, media hora después estábamos en su coche dándolo todo.
Fue súper raro para ambos y dejamos de hablar poco a poco, yo me convencí de que no había química ninguna entre nosotros. Nos alejamos durante algunos años y cada uno hizo su vida, tuvo su respectiva pareja, se dejó, etc.. aunque nos mensajeábamos de vez en cuando y volvimos a quedar para solo sexo un par de veces más. Nos estábamos enganchado a esa dinámica.
Con el tiempo y las conversaciones, llegamos a conocernos muy bien y puedo decir que no encajamos en lo absoluto. Seríamos una pareja desastrosa, de esas que están 3 meses en una nube y revuelven su vida entera para que luego todo se vaya a la mierda estrepitósamente. Esto, ambos lo sabemos. Es más, lo hemos hablado y nos hemos reído de ello…Tenemos formas de ver la vida muy dispares, actualmente vivimos en países diferentes y sinceramente, aunque nos lo hemos planteado… Nos falta ese algo que hace que la gente se lance a tener una relación sería. No nos queremos tanto como para salvar todo lo que nos separa… Sin embargo, aquí seguimos…13 años desde la primera vez que nos acostamos…20 desde aquel rollito de adolescentes, enganchados el uno al otro. Hay una química brutal entre ambos en la distancia, inexplicablemente… Conectamos. Pero una vez juntos, somos tóxicos. Es como una droga. Yo he tenido pareja en estos años y he seguido pensando en él. Él incluso se planteo dejar a su novia de 4 años porque no dejaba de pensar mi (esto me lo contó él) y finalmente la dejó aunque nunca supe si fue por eso realmente. Y volvimos a acostarnos, volvimos a odiarnos, volvimos a dejarnos de hablar un tiempo…y a echarnos de menos otra vez, volver a hablar y repetir este círculo vicioso…
Mentalmente, es agotador. Diréis, chica mándalo a la mierda. Pero no puedo. Se ha convertido en una parte muy importante para mi. He viajado de un país a otro solo por verlo una noche, 2 veces. Él, otras tantas. Y no terminamos de encajar. Si me pregunto a mí misma qué quiero, de verdad que os juro que NO LO QUIERO a él. Pero tampoco quiero perderlo. Y si ya dejamos fuera toda esta obsesión, admito que nació una bonita amistad entre nosotros que no me gustaría perder, aunque no sé si hablan los recuerdos o el miedo a perderlo algún día…En cualquier caso, no le deseo a nadie esta situación por mucho que los «subidones» nos den vida, todo baja. Ni siquiera es buen sexo…Pero aquí estoy, a media hora de volver a verlo otra vez.
Y bueno. Hasta aquí mi historia. Gracias por tomaros el tiempo de leerme.