Hola, preciosa.
Mira, yo no pasé un cáncer, pero me llevé el susto de mi vida cuando un médico me dijo que estaba seguro de que un lunar que tenía era un melanoma.
El melanoma es el cáncer de piel más agresivo que existe. Además advertía que creía que existía en torno al 30% de posibilidades (para «animarme») de que fuese profundo, y un melanoma no es gran problema si no es profundo, pero si lo es, entonces estás muy jodida porque es de los peores cuando hay metástasis.
Tuve la mala suerte de encontrarme con un médico muy incompetente y de tener que repetir el examen de la biopsia porque ponía que no tenía nada. Con todo, se me alargaría todo aproximadamente un mes. Solo un mes y no tenía NADA.
¿Por qué te lo digo? Porque no teniendo nada y sufrir solo un mes fue suficiente para crearme un estrés post traumático que me tuvo igual que tú y que tardó un año y medio en remitir: pensando en el cáncer 24hrs al día, notándome bultos raros por todo el cuerpo y lunares extraños por los que iba al médico todo el tiempo, con una ansiedad que no podía ni con mi alma… Recuerdo hasta verme una herida un poco más roja de la cuenta y pensar que debía ser un carcinoma. Así, con todo. Imagínate tú que encima lo has pasado, que sí que tenías algo. ¿Cómo vas a estar?
Lo digo para que seas comprensiva contigo misma y entiendas que has pasado por algo muy fuerte que lleva su periodo de asimilación. Ese es el primer paso.
Luego, es muy común que durante un episodio traumático pases por una especie de bloqueo emocional porque tu mente entiende que no puedes venirte abajo, pero que en cuanto el peligro pase ese bloqueo se suelte y todo lo que has reprimido salga de golpe y porrazo. Justo lo que te está pasando.
En mi caso, ir a terapia no me funcionó mucho en parte porque realmente lo que necesitaba era tiempo, pero igual a ti te puede venir muy bien. Pero te contaré lo que sí que me ayudó bastante: iniciar un proyecto que había pospuesto durante años y que me tuvo la mente tan ocupada que apenas me daba tiempo para preocuparme por mi cuerpo.
Esos pensamientos obsesivos son como pequeños demonios que se apoderan de ti y la mejor forma de que se callen es no darles espacio ni tiempo para hablar. Eso, el tiempo e incluso terapia harán que vayan desapareciendo.
Siento el tocho, pero es que creo que era necesario decirlo todo.
Espero haberte servido de ayuda.