Durante mucho tiempo sentí que me habías quitado algo. No algo, sino todo. A la persona que más quería, al que para mi era mi futuro, incluso me atrevería a decir, el futuro padre de mis hijos.
Durante mucho tiempo sentí que me habían robado una parte de mi, que todo aquello de lo que yo disfrutaba me lo habían arrebatado, de la noche a la mañana, o quizá poco a poco, sin yo darme cuenta.
Durante mucho tiempo perdí noches de sueño, me sobraron lágrimas en la almohada pensando en que ahora eras tú quien disfrutaba de mi tesoro. El se había ido, pero no se había ido solo, se había ido contigo.
Durante mucho tiempo no veía luz, y cuando lo hacia, el reflejo solo me mostraba tu imagen junto a la de él. Me llegaron a decir que sentías lastima por mi, sentías culpa y frustración por haberme hecho daño, quisiste mostrarte compasiva y arrepentida…pero afirmando que no lo habías podido evitar, que él te había inundado de un amor al que no ibas a renunciar
Después de mucho tiempo, lo acepté. Él ya era tuyo y yo solo era un recuerdo en su anterior vida.
Tiempo después resurgí, aprendí y maduré. Tiempo después comprendí y valoré. A lo largo de la vida acabamos pudiendo identificar quien nos enseña, pero yo hoy se que vosotros no me enseñasteis nada. Lo aprendí yo. Lo aprendí yo sola. Lo aprendí levantándome cada día a pesar de no tener fuerzas, lo aprendí cuando vi vuestra primera foto juntos en redes, lo aprendí cuando no dejé que la tristeza me venciera. Y sobre todo lo aprendí cuando supe que jamás quería parecerme a vosotros. Que mi dolor no sería el causante del dolor de otros. Y si, esa es la lección más valiosa que aprendí. Pero la aprendí gracias a mi, no gracias a ti, y mucho menos gracias a el.
Hay finales valiosos, y este lo fue. Hay finales que si regeneran, y este lo hizo, aunque antes me destruyera. Hay finales que te aportan, porque a veces quien pierde, acaba ganando.
Y después de mucho tiempo, no sientas lástima por mi, no sientas culpa. Pues hoy, después de mucho tiempo siento decirte que la lástima la siento yo, de que algún día seas tú quien escriba estas palabras “ a la nueva novia de tu ex”. Buena suerte, compañera.