Me siento tan sola en la educación de mi hijo.
Estoy separada desde hace tres años y su padre solo se preocupa en tenerlo contento y pasa de todo lo demás.
El niño ya es mayorcito, va a cumplir los diecisiete, está en primero de bachillerato y le van a quedar cinco o seis suspensos porque no se esfurza en nada.
Yo le pago clases y también si me trae algo suspendidoo esa semana no le dejo salir, pero si le toca con el padre si que sale.
Viendo las notas que nos va a traer este verano, le va a tocar repetir, pues le he dicho que se olvide de quedar con los amigos, que según le vea que avanza en las clases, que las va a seguir dando aunque vaya a repetir, ya veré si le voy dejando salir, que se lo tiene que ganar.
Pues va su padre y le regala unas entradas para un festival, todo un fin de semana como premio.
ESto no puede ser, a mí no me gusta ser la mala, pero no es de justicia que él pase del futuro de su hijo y no esté preocupado por sus estudios.