Hola hola!
Me gustaría contaros mi cita de la semana pasada. Imprevista, increíble. Puedo deciros que idiota de mí no me di cuenta de la existencia de ese chico hasta hace un par de meses y que he sido taaaaaaaan pesada con mis compañeros de trabajo que intercedieron por mi y le dieron mi número de teléfono. Ambos trabajamos en el mismo lugar aunque lo suyo es algo temporal, vivimos en un país del que no hablamos el idioma y claro, el mío es español, el suyo rumano… Puedo deciros que fue la mejor cita de mi vida y no por lo divertida que fue la conversación (que puede parecer imposible o nula dadas las circunstancias) durante ocho horas. Él se va, no tengo la certeza de volver a verle pero tras la cita, con escasos encuentros en el pasillo, os puedo decir que hay algo mágico en él. Él no lo sabe, no se da cuenta, pero su expresión al verme inunda la habitación, es un gesto que hasta me provoca dolor porque nadie me había mirado/sonreido así…
Y entonces caemos en el tópico de que es algo imposible, no hablamos el mismo idioma, no sabe dónde va a estar la semana siguiente, no puedes encariñarte, no va a funcionar… Todas las voces de mis compañeros con su cruel toque de realidad pero yo os pregunto, creeis que en estos tiempos, historias de amor pueden funcionar más allá del pesimismo de todo el entorno? Y ya no hablo de mi caso sino de cómo todos se dan por vencidos porque requiere un pequeño esfuerzo.
Me encantaría saber qué pensais del amor, emociones, sentimientos, etc. o si soy una más que piensa que el romanticismo no ha muerto sino que le queda muy mucho.