Hola, Loversizers.
Llevo tiempo pensando en que necesito sacar esto. Veréis, cuando era pequeña, mis padres «se convirtieron» a la religión cristiana evangélica, y me llevaron a mí también.
Al principio todo era muy bonito. Te hacen sentir única y especial, claro, «hija de dios». A las niñas nos decían que nosotras éramos REALMENTE princesas, porque éramos «hijas del rey», o sea, dios. Toda la vida nos enseñaban que los evangélicos éramos los elegidos y que éramos únicos y especiales, los que «nos sentaríamos a la derecha de dios» en la vida eterna.
Pero claro, tan bonito no puede ser todo. También nos reprimían. Por ejemplo, era pecado escuchar cierta música o leer ciertos libros (incluso cursar ciertos estudios como Ciencias o Filosofía). A las mujeres nos enseñaban a ser sumisas: teníamos que obeceder a nuestro padre y luego a nuestro marido. Prohibido ser homosexual, prohibido sexo fuera del matrimonio, y también prohibido vestirse con cierta ropa o maquillarse en exceso.
Incluso ya de adulta, bueno, de adulta joven – porque para «no estarse quemando», como decían ellos, había que casarse muy joven, para de este modo evitar la tentación del sexo – nos decían qué prácticas sexuales podíamos hacer y cuáles no. Y así con todo. Había que dar como ofrenda el 10% d tu sueldo y había que acudir a reuniones: los lunes, reunión de hombres; los martes, reunión de mujeres; los miércoles, de oración; los jueves, de jóvenes; los viernes, de casados; los sábados, de células de estudio de la biblia, y los domingos, el culto por la mañana y por la tarde reunión de diversos grupos.
De este modo, controlaban nuestras vidas.
Pero un día, yo salí. Me dio de lado toda mi familia, mi marido me repudió y nos divorciamos, tuve que empezar de cero en otra ciudad. Nadie me hablaba, me trataban como apestada, pero puedo decir con orgullo que SALÍ DE UNA SECTA, QUE TENGÁIS CUIDADO, LOS EVANGÉLICOS NO SON LO QUE PARECEN.
Gracias, necesitaba contarlo.