Sigo este foro desde hace unos años, pero nunca me había decidido a escribir hasta ahora que estoy un poco perdida.
Para poneros en contexto: tenía planeado un viaje para finales de mes con una de mis mejores amigas. El plan prometía y nos hacía muchísima ilusión a ambas. A pesar de que la situación no es la mejor en estos momentos, como iba a ser una escapada más de naturaleza que de fiesta, decidimos seguir adelante. El problema es que esta misma semana me ha salido trabajo y debo comenzar el 1 de septiembre.
El trabajo es en otra ciudad con lo que ello implica (la difícil tarea de buscar piso, organizar mudanza, asentarte en tu nuevo hogar y, por lo menos, tener un día de descanso para no presentarte como el conde Drácula el primer día)
Esta semana me encuentro visitando a mi familia fuera de mi ciudad y hasta el próximo domingo no vuelvo. Por lo tanto, solo tengo una semana para organizar mudanza (contando con que encuentre algún piso que esté lo suficientemente bien como para decidirme por él sin necesidad de desplazarme a verlos en persona)
Cuando le conté a mi amiga lo del trabajo y que tendría que anular las vacaciones, se enfadó conmigo hasta el punto de no dirigirme la palabra. Le expliqué que no me esperaba que me fuese a salir trabajo para estas fechas y, de haberlo sabido, obviamente no habría hecho planes de viaje, que a mí también me hacía mucha ilusión irme con ella de escapada y que, como es comprensible, la idea de buscar piso y la paliza de la mudanza era bastante menos atractiva que una semana de vacaciones, pero que las cosas vienen como vienen y, claramente, no podía perder un trabajo por unas vacaciones.
Bueno, pues siguió sin dirigirme la palabra y esperé unos días por si se le pasaba el enfado. Entiendo que es una faena que te dejen colgada con las vacaciones, pero es que yo también me quedo sin ellas. Pensaba que después del enfado del momento se le pasaría y entraría en razón, pero no. De hecho, la vi con unos amigos y cuando me acerqué a saludar hasta me giró la cara y no me dijo ni hola.
Mi chico me dice que no me tengo que sentir mal, que he hecho lo que cualquier persona hubiese hecho que es elegir el trabajo a unas vacaciones. Yo intento que no me afecte, pero no puedo evitar que me duela; ella es de mis mejores amigas de siempre y, de verdad, me duele mucho que ni siquiera se haya alegrado por mi nuevo trabajo. Sé que yo habría sido inmensamente feliz sabiendo que tiene trabajo y, a pesar de la putada, lo hubiese entendido: al fin y al cabo todos tenemos que comer. Ya habrá momentos para irnos de viaje.
A pesar de llevarme bien con la gente, soy un poco hermética y pocas personas me conocen de verdad. Ella es de mis mejores amigas, de las poquitas que tengo, quizá por eso no puedo evitar sentir tristeza a al ver que ni siquiera se ha alegrado un poco por mí al saber que, por lo menos, voy a tener trabajo unos meses. Ella en ese sentido siempre ha tenido suerte y encontró trabajo fijo al poquito de terminar sus estudios y no ha tenido problema en cuanto a vivienda, ya que sus suegros les dejaron un piso en su ciudad. No sé si su enfado es por falta de empatía, por desconocimiento de lo qué es estar con la casa a cuestas casi constantemente o qué.
Además, me gustaría añadir que no hemos perdido nada de dinero ya que el hotel tenía cancelación gratuita y no habíamos pagado aún.
Me gustaría saber qué haríais en mi lugar, no sé si volver a intentar hablar con ella, pero es que, por una parte me duele mucho que después de media vida de amistad le pese más sus vacaciones que el hecho de que a tu mejor amiga le salga trabajo en la mierda de situación actual. ¿Creéis que exagero? Soy consciente de qué muchas veces desde dentro no se ve la situación con claridad y los buenos consejos que esta comunidad ofrece ayudan mucho a abrir los ojos. Os agradecería mucho vuestros consejos, de verdad.