Ey sirenas que tal va todo? Soy yo de nuevo, Sara! Quizás me recuerden de historias como Follodrama: Cuando olvidas llamar a los cazafantasmas
Pues bien como a mí me gusta más el salseo que a un tonto un lápiz, aquí vengo yo con esta segunda parte. No os asustéis que ya os veo pensando que me lo he tirado otra vez.
Pues nada ayer me encontré (desde hace meses ) de fiesta, de nuevo a este súper hombre que todo lo sabía hacer bien. Me lo encuentro y se empieza a acercar a mí y me dice: podemos hablar? Y yo pensando, mira muchacho con la cantidad de bebidas espirituales que llevo en vena, con tal de que no me revientes mucho la cabeza di lo que te salga de tu noble miembro como, si me cuentas que en estos 4 meses te has convertido a testigo de Jehová. Pues no va el tío y me dice:
Fantasma suelto: es que me gustas y dejé pasar la oportunidad de mi vida…
Acá una servidora: chiquillo no entiendo nada creo que escuché mal.
Casper: no, no has escuchado mal… sé que fui un gilipollas… y déjame que me explique.
Yo a estas alturas de la película pensé que iba a decirme que el sexo no había sido todo lo bueno que podía y que había sido un flipao. Justo cuando todo esto pasaba por mi cabeza y estaba recuperando un poquito más la fe en la humanidad me suelta
Espíritu rondante: es que estaba detrás de ti todo el rato y fue follar y no llamarte… y sé que te debiste quedar dolida…
Yo ya no sabía si reír o llorar y en ese momento mi cara era debía de ser un poema, siendo incapaz mi persona de articular palabra porque me parecía todo como muy subrealista.
Yo: creo que te estás equivocando…
Casper: no y de verdad que lo sé y lo hice mal porque me gustas. Me gustas físicamente, me atrae tu personalidad y todo de ti. Dame una segunda oportunidad e intentemos algo juntos.
Aquí, YO YA. Mi cerebro estaba petando y empecé a mirar a mi alrededor no fuera a ser que los dueños de aquella discoteca hubiesen decidio colocar cámaras ocultas para un experimento psicológico y/o sociológico. Aquello hubiese tenido más sentido que lo que estaba viviendo.
Yo: mira cielo no me cuentes aquí la historia que emocionó a Steven Spielberg, si lo que quieres es volver a meterla no te esfuerces que ni con éstas. El polvo fue una mierda y eso no hubiese sido un problema si no te hubieses vendido como una estrella del porno. Pero de verdad chico, quiérete un poco y evitemos este bochorno.
Pues bien, el muchacho intentó decir algo pero yo me alejé de allí todo lo rápido que pude. Vamos que el tío no sólo me echó el polvo más veloz y pobre de la historia, si no que además se pensaba que yo me había quedado llorando por los rincones por no haber sabido nada más de él. Definitivamente este susodicho en la fiesta de hace dos noches necesitaba dos entradas, una para él y otra para su ego. También entendí porque no iba disfrazado, no le hacia falta la sábana blanca encima de fantasma ya la lleva todo el año.
Conclusión: como dice una gran filósofa contemporánea de nuestro paí, también conocida como Ylenia «solo me queda reírme ante esta situación tan heavy que me está tocando vivir».