Todo empezó en Noviembre del año pasado, 15 de noviembre para ser más exactos … había terminado una tinder-historia que parecía que iba genial pero no. Me aburría y aunque tenía claro que es más fácil encontrar un Chanel verdadero en un mercadillo que a un tío en condiciones en Tinder, volví a deslizar mi dedito y apareció él.
Abogado, italiano … una voz que derretía. Poco a poco se fue metiendo, muy sutilmente, como casi sin querer. Horas hablando, nos conocimos a los dos días y todo fue perfecto. Vivía con su madre enferma y se dedicaba a cuidar de ella el tiempo que tenía libre, pero yo había llegado y todo era perfecto. Con las dificultades que tenía el encontrar a alguien que se quedase con ella, nos fuimos viendo cada vez más días, pero … siempre tenía que volver, siempre venía él, yo nunca iba (vivimos a una hora de distancia).
Tengo que decir que desde el principio yo sabía que no cuadraba, pero decidí dejarme llevar (con el cuerpo que no con la cabeza) y disfrutar el momento. Un encanto … canciones, frases que te llegaban al alma justo cuando más las necesitabas, detalles, pendiente de mí … un día entero para nosotros en la ciudad que se suponía que vivía (en un hotel, claro) pero paseando, saliendo a cenar, etc. Me contaba muchas cosas de su vida, juro que salvo detallitos que me dejaban pensando, podría haberme creído desde el principio toda la historia … Pero no, esos detalles son las señales que te dicen que algo no va bien y menos mal que les hice caso.
A mediados de Diciembre, la madre enferma más … operaciones, cáncer, viaje a Roma para operarla y la madre muere. Todo esto dura más o menos un mes … un mes de te dejo porque no puedo soportarlo y te voy a hacer daño, no estoy preparado ahora para una relación, me siento solo y no quiero depender sólo de tí, vivo en una ciudad que no conozco (aclaro que se suponía que llevaba sólo 4 meses viviendo allí), etc etc … y siempre volvía conmigo, SIEMPRE. Llegó el momento de su vuelta a casa, y pasan otras tres semanas hasta que nos volvemos a ver, porque según él no estaba preparado, se bloqueaba … Nos vimos, y en este último mes nos hemos visto casi dos veces por semana, siempre con los putos bloqueos mentales de por medio y el “luto” respetuoso que se suponía que tenía por el que no quería que su familia (tíos y primos) me conocieran. Yo le dije a la cara mil veces que no me cuadraba nada, que creía que no sabía su nombre verdadero y que no era quien decía ser, pero siempre lo negaba.
Hasta que llegó el último sábado en el que ya no pude aguantar más … nos vimos en un apartamento que yo tengo en la playa y no fue como siempre. Él notó que yo ya estaba en mi punto límite de o haces algo o te mando a pastar … y yo supe que él no volvería. No tenía en realidad ninguna forma de encontrarlo, ninguna, pero cometió un error y fue que aunque se cuidó de salir antes que yo, me lo crucé y me quedé con su matrícula (de un coche que se suponía que el primo le dejaba, excusa para a veces no poder venir).
Como bien imaginé, el sábado por la noche recibí un mensaje de no puedo más, te amo con toda mi alma pero te voy a hacer daño y ya no volvió.
Pero yo que ya lo sabía y tengo mis recursos, conseguí a través de su matrícula un nombre … su nombre que por supuesto no era el que me había dicho a mí. Vive en realidad en una ciudad a 15 min de la mía, está casado (esto no lo he podido confirmar, pero creo que si) y tiene tres hijos, y sí, es italiano y abogado, pero no en un despacho como me dijo (en el que era nuevo, claro) … lleva más de 10 años siendo profesor de una universidad importantísima … experto en derecho y feminista declarado … tócate los huevos.
Pensé en ir a buscarlo, que me viera … pero decidí que no, que no me iba a merecer la pena y a saber qué podría haber hecho … le escribí un email al suyo del trabajo (que es público) y se lo dije todo … hubiese dado todo el dinero del mundo por verle la cara en ese momento. Le dije que podría ir a contarles a todos lo que hace … pero que no se preocupase porque había tenido muchísima suerte de cruzarse conmigo.
Todavía estará dándole vueltas a cómo coño lo encontré … pero que se joda, muy mucho, y que tenga pesadillas con que yo puedo volver a aparecer en su vida. Es un mierda. Lo último que me dijo, contestándome por email (por supuesto desde uno con su nombre falso) fue que por muchos motivos había decidido dejar las cosas así, que me juraba que me quería pero que no podía seguir. Que era maravillosa y que me deseaba lo mejor y me pedía perdón. Yo alucinaba.
Le contesté que no lo iba a perdonar en su puta vida, que menos mal que nunca lo creí pero que qué pena que haya alguien tan inhumano como para decirle a otra persona que está enamorado de ella llorando y mirándola a los ojos cuando es una puta mentira. Lo mantuve 4 meses, esperando mi momento … y también, para ser muy sincera, deseando con todas mis fuerzas que fuese verdad algo que yo sabía que no lo iba a ser. Al menos este no desapareció como era su intención y yo me he quedado muy muy tranquila.
Me dejo mil detalles que os dejarían muertas literalmente, pero puede ser interminable, 4 meses de mentiras, de cómo un manipulador mentiroso es capaz de controlarlo todo … una pena porque follaba de muerte, pero me ha enseñado cosas que siempre le agradeceré …