Simplemente decir que en las oposiciones para médicos del País Vasco, durante años y sucesivamente, gente de los propios tribunales daba el chivatazo y las aprobaban los enchufados. Hasta que a tres anestesistas sin plaza fija de un hospital comarcal se les hincharon las narices y denunciaron ante notario. Se armó tal trifulca que a día de hoy este caso sigue en los tribunales, con un montón de imputados que para colmo siguen trabajando, algunos incluso como profesores en la universidad pública. El propio consejero de sanidad, Jon Darpón, dimitió a cuenta de este caso. Denunciar te puede costar la salud, pero personas como tú y como esos tres anestesistas, hacéis mucha falta para mejorar la sociedad. Personalmente, te lo agradezco, aunque aún no hayas hecho nada. Y sí, laboralmente también te puede afectar. No nos tenemos que dejar pisotear.
Todo esto que he dicho aquí, es auténtico y verificable, no tenéis más que buscar en internet, se han escrito rios de tinta acerca de este caso, como he dicho antes, aún abierto.