Hola a todxs, llevo ya un tiempo leyendo el foro, y aunque creo que publiqué un post hace unos meses, no lo he vuelto hacer desde entonces.

Tengo 25 años y las relaciones que he tenido siempre se han ido al garete por lo mismo (expectativas muy altas por la otra parte, y luego ruptura con buenas palabras). Tengo psoriasis genética, por lo que hay épocas del año en las que florece y bueno, soy un tanto indeseable físicamente, para qué voy a decir otra cosa.. Siempre he intentado ser sincero conmigo mismo y con el resto de personas que me han demostrado lo mismo, pero he llegado a un punto en el que no sé ni cómo tomarme ya las cosas.

La situación es que hace como un año conocí a una chica por redes sociales que me pareció un encanto la verdad: la manera en la que se tomaba las cosas, la alegría que le ponía a sus asuntos y en definitiva su actitud. Yo estaba pasando por una época denominémosla ‘buena’ ya que no tenía determinadas preocupaciones y mi actitud tendía a ser más positiva por lo que nos complementábamos muy bien. Seguimos hablando y hablando conforme pasaba el tiempo y yo sentía un interés mutuo ya no sólo físicamente, sino mentalmente que supongo que me cegaba demasiado. Desde un primer momento ya llegamos a la conclusión de que ella era sexualmente más activa y para mí eso nunca supuso ningún problema, de hecho me alegraba de que saliera por ahí y se ligara a alguien con quien poder disfrutar con previo consentimiento, claro. En mi interior sentía que esta persona necesitaba todo lo positivo que pudiera aportarle a su vida, por ello siempre intentaba animarla cuando pasaba una mala racha hasta el punto de que a veces me dolía leerla por las cosas que me contaba, ya que de alguna manera le tenía un afecto especial y me dañaba el saber que alguien había jugado con ella o había intentado hacérselo pasar mal..

Pasa el tiempo, pasa el verano y ella empieza la universidad y yo curso mis propios estudios. Seguimos hablando más frecuentemente y de una manera más cercana, con lo que mis ilusiones por llegar a formar algo con ella crecían exponencialmente. Yo nunca le había metido presión en ese sentido, ya que no estoy a agusto cuando algo no fluye, así que a finales de noviembre, entre más conversaciones profundas y calientes se decide a decirme (puntualizar que fue una noche que ella salió de fiesta y me escribió tarde y supongo que bebida) que quiere conocerme, que no aguanta más y que tenemos que vernos.

Yo tras este mensaje pues para qué mentir, vi el cielo y me ilusioné demasiado con el tema. Seguíamos hablando e intentando acordar una fecha conforme para los dos en la que nos pudiéramos ver. Yo tenía intención de pasar año nuevo con ella, aunque bueno, noté que no le agrabada del todo y lo dejé estar, así que me amoldé a lo que ella decía (a mí me venía mal por los exámenes, pero por verla lo que hiciera falta).

Tras unos días maravillosos junto a ella, toca la vuelta a casa. Y toca la vuelta a casa de la manera más fría que puede notar una persona: menos regularidad hablando, temas superficiales y/o escaso nulo interés por hablar/acordar próximas fechas para vernos y temas que afectaban a nuestra ‘especial’ relación. (yo le comenté que por mí iría a verla todos los meses, nos separan 700 km aprox.) pero ella
siempre se evadía con otras cosas o directamente nos mosqueábamos. El tema aquí es que desde entonces mi situación personal ha ido a peor, y no soy una persona que sepa reir cuando está en la mierda (aunque si las intenciones de animarme son sinceras si que me recupero). Aquí entra en juego la reciprocidad emocional de una relación (o al menos a mi parecer):

Le comenté que andaba un tiempo mal, problemas personales, familiares, económicos y que por eso últimamente no estaba todo lo positivo que podría ser con ella. Ella me decía que estaba para lo que quisiera […] pero realmente ni se preocupaba por preguntarme qué es lo que me pasaba, y si no lo contaba yo ella seguía con sus cosas quitándole valor a lo que me pasaba y centrándose en sus cosas (ella por lo visto valora otras cosas). El otro día empezó lo que entiendo como una ruptura de la relación, ya que ella me echaba en cara que me estaba mandando señales de que ‘estaba cachonda’ que necesitaba calentarse y que yo pasaba (quizás por estudiar de 8-14, trabajar de 15-19) y luego vuelve a casa a hacer tareas, más estudiar y encima preocuparme por estas cosas.. Pero entonces yo le respondí a ese hecho mismo con lo que he comentado: ella me echa en cara y se cabrea por no ‘seguirle el juego’ por chat un día que a ella le apetece sin embargo si yo intento ponerle remedio a los 700 km que nos separan para intentar establecer algo más que cuatro mensajes recibo evasión y falta de interés.

Pues así todo el mes desde que nos vimos a principios de Enero. Le dije que me encontraba mal, que no hablaba con casi nadie y que en mi entorno familiar se la soplo a todos hasta el punto que ni mis padres me preguntan cómo estoy o qué tal ha ido el día, y lo único que recibo de supuestamente ‘mi único apoyo’ es más evasión, problemas y echarme en cara algo que escapa a mi control y me condiciona, la verdad. Siempre le recordaba antes de los exámenes que ella podía con todo, que lo aprobaría con un par de ovarios, porque me lo contaba y me acordaba y quería animarla. Y parece que cuando uno se expresa e intenta buscar un poco de empatía/comprensión a nadie le interesa y lo dejan de lado cual Perro Callejero.

Realmente este post es a modo de desahogo, no pretendo nada más que expresarme porque siento una impotencia terrible de la situación y me siento profundamente decepcionado con ello. Ayer me tiré la noche en vela dándole vueltas a la situación pero no saqué nada en claro. Yo entiendo que todo el mundo es libre de hacer su vida como le salga los huevos/ovarios mientras no joda a los demás, y entiendo que las personas cambiamos, sentimos cosas diferentes y que bueno, que nada es para siempre. Pero dentro de la situación me siento decepcionado por el hecho de que ella creo que no ha sido lo suficientemente clara conmigo ni a la hora de definir qué somos, ni que es lo que quiere ni que es lo que espera de mí. De la misma manera sé que puedo darle mucho valor a ‘dos tequieros’ de whatsapp, pero cuando tu entorno está tan podrido, a algunos esas palabras nos calan hondo.

Para terminar siento si el post no va en el sitio indicado, si he utilizado algún tipo de frase o término ‘supuestamente’ ofensivo o machista, pero vamos que mi intención no es otra que expresarme y aprender de los malos momentos.