Hace unas semanas un compañero de trabajo, que siempre me gustó, pero chocábamos muchísimo, y aparte era casado, fue a mi oficina por un documento y al irse dijo algo como de que no se sentía bien. Le escribí por el tema del documento, y en eso le pregunté como seguía y no se ni cuando al final me terminó contando que su esposa se había ido de la casa.
Empezamos a escribir sobre sus problemas, le decía que las cosas se iban arreglar, que sea paciente, tienen un bebé y no podían terminar así por así. Hablamos de música, de comida pero en una de esas conversaciones me dijo que le gustaba, que siempre le había gustado, al principio me sorprendió mucho, en ocasiones había parecido que me odiaba por como se comportaba conmigo.
Un día escribiendo notamos que los dos seguíamos en las oficinas, fue a verme me dio un abrazo y nos besamos, sentí extraño el era como un amor platónico para mi, y sentir que me besaba con muchas ganas fue bonito de cierto modo.
Nos volvimos a encontrar en la oficina otro día y hubieron caricias, no pasó a más porque tengo mi periodo, fue como algo un poco gracioso también, el y yo reímos muchísimo juntos.
El hizo un plan para ir a otro sitio, cuando pase mi periodo. Pero ayer me envío unos msjs que luego borró, pero si los vi, decía que la esposa ya había hecho acercamientos para volver, yo lo tomé muy tranquila, le dije que me avise para ya no escribirle que eso era lo mejor.
Me envió un audio diciéndome que no le diga eso, porque se sentía triste, que yo siempre le había gustado, que llevaba años sintiendo eso y cosas como que si por algo coincidimos justo en el momento de su separación, que sigamos con el plan, que no puede dejar pasar la oportunidad, incluso dijo que lo nuestro le recordaba la música locos de León Larregui. Yo nunca le dije que el me gustaba desde siempre, que era como una especie de cuento todo eso para mi.
Pero ahora me siento muy mal, yo sabía que iba a volver con su esposa, lo esperaba. Pero no se que hacer, siento que si me acuesto con el cometeré un gravísimo error, pero hay ese diablito dentro de mi que siente la necesidad de aprovechar el momento de poder tener algo con el, aunque esté mal.