¡Hola! No es la primera vez que escribo en uno de los foros, pero siempre ha sido por consultas amorosas y con un tono bastante triste. Ahora me gustaría contaros algo mucho más alegre por si puedo ayudar a alguien.

Siempre fui una chica regordeta y sin confianza en mí misma, a los 16 años pasé por una anorexia no tratada y, dos años más tarde, me vi pesando 25 kilos más por culpa de atracones. Esto refleja la inestabilidad emocional que he sufrido constantemente. Además, como entenderéis, siempre me ha acompañado una falta de autoestima que me ha limitado hasta en las cosas más simples: no he salido con mis amigos, no he tenido pareja / rollos hasta los 23 años, he evitado ponerme en biquini, he sido más introvertida con desconocidos, no me he sentido válida en algunos trabajos, etc. Con el paso de los años, sin embargo, he ido madurando y descubriendo cosas que me gustan. Gracias a mis amigas me he dado cuenta de que puedo ser una chica igual de válida que cualquier otra.

Esta estabilidad emocional que he ido ganando me ha permitido aumentar mi autoestima hasta el punto de conseguir tener pareja / rollos, algo impensable para mí en mi adolescencia y post adolescencia. Hace unos meses, cuando me dejó un rollete, decidí ir al psicólogo. Ahí empezó a cambiar mi vida: fui para superar la ruptura, y salí superando muchos de los problemas que arrastraba desde mi niñez. Aprendí a aceptar mi cuerpo, mi mente, a relativizar la gravedad de los problemas, a luchar por una mejor versión de mí. Y hoy, además, estoy de celebración: por fin he decidido cuidar, además de mi mente, mi cuerpo.

En los últimos años he ido perdiendo algunos kilos progresivamente, sin dietas ni nada, pues ha sido la lucha por la estabilidad emocional la que me ha ayudado a controlar mejor lo que como. Sin embargo, hoy he ido a una nutricionista para llegar a mi peso ideal, de una forma sana, sin restricciones severas como cuando tuve anorexia, aprendiendo y disfrutando de la cocina. La nutricionista me ha recalcado la importancia que tiene el estar bien mentalmente para conseguir tener un cuerpo sano y, si así lo deseo, perder el peso que me gustaría. Chicos y chicas, he recorrido un gran camino lleno de altibajos, llevo años luchando tanto contra mi cuerpo como mi mente. Nunca, hasta hace poco, me he querido. Sigo intentando hacerlo mejor, pero os aseguro que el día que decidí visitar al psicólogo fue un día clave para mi recuperación.

No canto victoria, ahora voy a empezar una dieta adaptada a mí que me puede suponer un reto, pero tengo claro que es ahora, y no antes, cuando estoy preparada mentalmente para hacerlo. Porque ahora mi felicidad no depende tanto de mi físico, sino de mi bienestar mental. Chicos y chicas: si tenéis problemas de autoestima, trastornos alimentarios, ansiedad… Priorizad la salud mental, id al psicólogo, no «desperdiciéis» años de vuestra vida siendo vuestras peores enemigos o enemigas. Ojalá hubiera pedido ayuda cuando padecía anorexia, y qué suerte haberlo hecho ahora, ¡al fin!