Muchas veces he pensado en escribir aquí pero nunca me había armado de valor.. hasta hoy.
Hace dos semanas me mudé de ciudad por estudios y por dejar el pasado atrás… Hasta ahí todo bien, muy bonito, pero estoy en una ciudad en la que no conozco a nadie (bueno ahora a mis compañeros de clase, pero cada uno va un poco a su bola entonces como si no). Por lo que debido a mi desmesurado aburrimiento me creé una cuenta en estas famosas redes sociales de ligoteo, más que nada por pasar el rato.. Pero ahí estaba él, un macizorro que parecía sacado de la serie de «Vikingos», con un buen trabajo y simpático. Me decidí y a los dos días quedamos para conocernos y nada más y nada menos me llevó a un garaje a montárnoslo en su coche, bueno el de su padre (dato importante). Se calienta el asunto y me chupa la mano y me la pone en su miembro. Ahí ya me quedé un poco pillada, pero en el momento en el que me dijo escupeme en la p…. Ya me quedé mirándole alucinada, vaya pavo… No queda contento que mientras se la estoy chupando me va y sin pedir permiso me mete un dedo en el culo como que no quiere la cosa. Eso ya fue el colmo y cuando le fui a reprochar que era un auténtico cerdo, me mandó agacharme porque había aparecido los compañeros de trabajo de su padre, porque resulta que estabamos en la plaza de garaje del trabajo del padre… La situación mejoraba por momentos. Ya cuando se estaban yendo el muy gili… se me corrió encima y todo gracioso me dice «jajaja pues no tengo pañuelos». Por suerte yo si, pero vaya ascazo de tío que sólo vino a que le chupara la minga. Después de este gran momento me acerca a casa, pero me llevó en la parte de atrás del coche para que no se me viera, todo muy lógico como él. Yo no sé qué me sentó peor de todo esto.. porque cuando se despidió de mi lo hizo dándome dos besos ¡¡¡Pero tío que te he comido todo el rabo y me has metido un puto dedo en el culo… y me das dos besos como si nada!!! ¿El colmo? Una semana después me ha escrito para preguntarme que qué me había parecido nuestro encuentro y le dije que un asco que yo no había disfrutado nada y encima va el tío y se ofende.. ¡Una y no más Santo Tomás!