Un poco de coña el título, pero es que un día, allá por 2016, cuando empecé (y a la semana me quité) en Lovoo, me di cuenta de una cosa:
Una: los tíos son unos flipados
Dos: qué agobio
Resulta que me hago la cuenta, pongo una foto, una, UNA, de cara y cuello, na más. Y, después de ver a alguno que yo veía que podría valerme pa tomarme un par de cañas (y si surge algo pues bien y si no, tú pa tu casa y yo pa la mía), me empiezan a hablar todos. Habíamos conectado en match, así que podíamos hablar.
Pero chacho!!! Tampoco me vale que se arrastren, o se enfaden porque no contesto o tardó en responder. Estos, descartados. (No me agobies, macho, pesado)
Conecto con un chaval que me pareció guapo, atractivo, tez mulata, del mismo sitio que yo, a tres paradas de metro. Perfecto.
El chico era un sadboy, o sea, de estos que «no soy como todos, la chica me tiene que llenar, admiro mucho a una persona cómo es por dentro, me atrae un físico pero más el interior, me han hecho daño» era un tío muy seguro de sí mismo. Aquí puse una nota en mi cerebro de «Aviso: cuidado con este» pero nada más. Empezamos hablar durante unos días y el chaval, a pesar de ser tan «diferente» como los demás, me dijo que tocaba en un grupo y escribía las canciones. El era cantante. Me puse como una moto. No me veía casada con él ni comiendo en la misma mesa con sus padres en Nochevieja, pero un polvo se llevaba y espérate que no fueran dos.
Me dice que él se autodenomina EROS, por el Dios del amor, sexualidad, etc. (Y yo pensando: bueno sí, habrá que verte)
Aparentemente había química sexual y sin vernos ni hablar demasiadas guarrerías, con lo que procedimos a quedar en mi piso una tarde.
Quedamos en la salida del metro de mi barrio, y de repente aparece un pedazo de chaval que Ñam Ñam. Mucho mejor en persona que lo que me imaginaba. Pero no venía solo: venía con su guitarra eléctrica (yo pensando en alguna guarrerías, me dice que es que luego se tiene que ir a ensayar) pues ok.
He de decir que, toda esa seguridad y chulería que me transmitía por WhatsApp me alegró no encontrarnos en persona. Me encontré, incluso me confesó, a un chico un poco nervioso. No me esperaba tan pibón, me dijo. Y yo, pues verás qué bien, Eros…
Comió en mi casa, me tocó la guitarra -el instrumento-(me imagino que esto son los preliminares que hacen los que tocan la guitarra) yo no lo vi necesario, pero si al chaval le hacía ilusión pues venga, tócala otra vez Sam.
BASTA. Me lancé a él y empezamos a magrearnos y cuando nos dispusimos a tener sexo, con una chorrada más grande que la guitarra, me doy cuenta que, el empotrar bien, pero le faltaba aliñar un poco la ensalada. Algo no iba bien y no sabía qué. No encontraba a Eros.
No volvimos a quedar. Después de esto, empecé a darme cuenta de que estar chico tenía muchos problemas con algo y yo iba a ser carne de cañón de maltratador. Me llamaba, me enviaba audios semi loco, medio llorando, diciéndome que me reía de él….
En resumen, que el erotismo no tiene que ver con tener el lomo bien hermoso, colegas.
Siempre recordaré al EROS que era pa echarse a llorar, más bien.