Acababa de salir de una relación de 5 años y por medio de una amiga que me animo a descargármelo, llegue a Tinder.
Glen es de Londres, yo vivo en una ciudad costera a una hora y el había venido a un evento de un amigo dj y el domingo x la mañana de resaca hicimos match. Yo no tenia nada q hacer y después de varias horas hablando decidimos quedar. Lo pasamos muy bien y nos reímos mucho. Acabamos en mi casa pero no pasó nada. Durante la semana hablamos a diario y el tema se subió de tono, tanto q el decidió cogerse una semana de vacaciones para pasarla conmigo.
Cuando llego a mi casa ya os podéis imaginar lo q paso, pero lo q yo no esperaba es q fuera el empotrador de la vida encontraba puntos en mi que nadie antes había tocado de esa manera… Nunca había estado con alguien así, parecía q no se le acababan las pilas. Terminábamos y volvíamos a empezar y así estábamos por horas… Una cosa q me rechinaba un poco era que el quería que dijera su nombre tooodo el rato, pero de una forma especial: quería que le llamar “Glenny” que a mi me suena fatal, y ademas q mientras follabamos el tb se lo decía a sí mismo también… No podía dar más vergüenza ajena, pero a mi me estaba limpiando las tuberías como nadie lo había hecho antes, y yo sabía q no iba a ser el amor de mi vida, pero después de 5 años de mal sexo necesitaba esa alegria para el cuerpo, así que deje mi vergüenza ajena a un lado y continué con la tarea.
Uno de los días en plena faena, mientras estábamos en pleno “doggy style” me fui a dar la vuelta y se me salió el hombro. Ya se me había salido el otro hombro con anterioridad(pero en otras circunstancias menos embarazosas)pero en ese era nuevo, así q ahí me ves a mi explicándole a este tío a la 1 de la mañana q tenemos q ir a urgencias… Su educación inglesa no le dejó decir q se quedaba en casa, pero con su cara lo decía todo.
Todas ya sabéis lo q pasa cuando llegas a urgencias:horas de espera, un acá para allá de pruebas, esperas de resultados… Durante todo el tiempo q estuvimos allí, el solo hacía nada más q tumbarse en un sitio y en otro con tal de dormir, quejándose como un niño pequeño cuando está cansado, y yo, con mi hombro dolorido teniendo que consolarle diciendo q ya dormiríamos a la vuelta… Un cuadro, vamos… lo veo ahora con distancia y le tenia q haber mandado a tomar por culo, pero el llevar aquí muchos años también me ha hecho tener más delicadeza con el idioma y no lo hice…
Como en la cama me estaba dando lo mío y lo de mi prima, decidí que acabara la semana en mi casa, q un sexo como el que estaba teniendo no lo iba a volver a tener por un tiempo, pero después de esa semana corté las comunicaciones. Pero que queréis que os diga… que me quiten lo bailao!!!! Además esta anécdota no se me va a olvidar en muuuuuucho tiempo…

La chica de los hombros “salidos”