Hola bonita,
Podía haber escrito esta misma historia hace algo menos de un año.
De hecho, los días que estoy un poco hacia abajo, si me dejo llevar por pensamientos irracionales caigo en lo mismo que tú. Ya no es él. Ya acepté que él no es ni me conviene. Pero echo de menos a la chica que yo era con él. Me veía guapa, no me importaban mis kilos de más, me sentía más extrovertida, más motivada con todo. Con ganas de comerme el mundo.
Cuando el me dejó de la noche a la mañana sin darme explicaciones, a gritos y humillándome, la pesadilla empezó.
Después de mucha terapia me di cuenta de que el enamoramiento existe, sí. Que te puedes sentir eufórica un tiempo, sí. PERO, cuando es tan tan tan intenso pon la alarma. Quizás antes de él no estábamos contentas del todo con nuestra vida o con algún aspecto de ella. Viene alguien que te dice cosas bonitas, que piensas que encajas etc. y ya empiezas a proyectar toda tu felicidad en él. Parece que con él tus problemas desaparecen porque quizá él, tenía aquello o aquellas cualidades que tú ya llevabas en carencia y que necesitabas trabajar. Y él eso te lo llenó indirectamente. Por eso lo idealizaste, te proyectaste en él.
Así que en realidad no fue un enamoramiento real, sino algo obsesivo porque te enamoraste de tu «ideal» en ese momento. Conclusión: trabajar tu autoestima y en ti.
Otra conclusión: creo que cuando te pierdes taaaanto en alguien, es porque esa persona de algún modo está ejerciendo poder en ti, lo sabe y abusa. Es una línea muy peligrosa.
Creo que el enamoramiento sano sí existe y se siente intenso pero no de esa forma que te sientes luego como si te hubiesen quitado la vida.