¡Hola, bellas! Les hablo porque me estoy volviendo loca, o eso me hacen creer. Les explico. Mi pareja y yo tenemos un pequeño negocio que, como la gran mayoría, hemos tenido cerrado por culpa del Covid-19. Hoy, por fin, hemos podido abrir con la seguridad y la limpieza al tope, y yo decidí quedarme en casa para que en el local sólo estuviera mi pareja y cada cliente con su cita.
Antes de abrir tuvimos mil charlas sobre todos los protocolos y normas que tenemos que cumplir, y le recalqué muchas veces que tuviera muchísimo cuidado en cumplirlo todo, independientemente de si algún cliente era amigo o conocido. Se lo especifiqué así porque tiene un amigo en concreto que ya sabía que la liaría desde que fuera. Es una persona que se ha pasado el confinamiento por el forro de los mismísimos. Ha salido cuando ha querido, ha quedado con gente a diario, ha llevado a chicas a su casa y un largo etc.
Pues hoy, mirando las redes sociales tranquilamente, me veo una foto del susodicho en nuestro local SIN MASCARILLA. ¡Tenemos absolutamente prohibido que haya alguien en el local sin mascarilla!¡Y encima pone que está en nuestro local tan tranquilo! Casi me da un infarto. Llamé a mi marido hecha una furia. Esa foto podría habernos costado un pastón, podría haberle visto alguien desde fuera, podría haber pasado la policía. Y lo más importante, ¡puede haber contagiado a mi marido!
Le pedí a ese chico que quitara la foto, explicándole la situación, y se negó. Llamó a mi marido básicamente para que “me pusiera la correa” y me relajara. A todas estas mi marido le ha dado la razón a él, que la situación no es para tanto y que no tengo que exigirle nada a su amigo. Que si me cae mal es mi problema, pero que no puedo ir de malas con él. ¿Me estoy volviendo loca o tengo razón?
P.D. Aclarar que nunca me he podido llevar con su amigo. Es misógino, homófobo, racista… y un aspirante a policía que considera que las leyes no existen para él.