Hola gente maravillosa del foro,
Para empezar, agradezco mucho que me leáis. Llevo 4 años de terapia continuada, con la que voy sobrellevándolo, y sigo luchando día a día por encontrarme a mí misma, pero me cuesta tanto…
Mi pareja y yo nos mudamos cerca de la casa de mi familia de origen, y el resultado no ha sido el esperado. El nacimiento de nuestro hijo marcó un antes y un después: antes aguantamos muchos desprecios, entre ellos, y el que más daño nos hizo, no sentirnos acompañados cuando sufrimos una amenaza de aborto en el embarazo que, por suerte, no supuso un riesgo, y el embarazo continuó adelante. Viven a 5 min de mi casa y no se dignaron a venir a arroparnos, teniendo disponibilidad. Lo dejamos pasar… y el embarazo lo pasamos con discusiones y falta de acompañamiento, huyeron de nosotros como la peste. Y con la llegada del peque, tuvimos que marcar distancia,puesto que en ese momento querían estar a todas horas metidos en casa, sin aportar ayuda, incluso echándonos cosas en cara del pasado, como que somos un par de desconsiderados no teniendo detalles con ellos (y he de decir que no es del todo cierto, puesto que considero que hemos sido muy detallistas siempre, pero eso es otra cuestión).
No sé si por las hormonas, como ellos dicen, o porque estaba al límite de todo, no volví a quedar con ellos durante un tiempo… Luego intenté acercamientos, hablar con ellos, y con mis hermanos fue imposible… Así que no quedo con ellos desde que nació mi hijo, solo los veo por la calle pasar y se cambian de acera. Con mis padres ha sido algo diferente, he intentado quedar con ellos para que vean al niño y demás, pero siempre acabo triste. Ellos son como son, lo sé, pero me cuesta aceptarlo… Con mi padre me cuesta menos, pero solemos estallar pasando un tiempo corto, bien sea porque se mete con la mamitis de mi hijo conmigo, o porque me intenta convencer de que quede más a menudo con mi madre. Le he explicado cómo me siento, no lo comparte pero me da a entender que me comprende, pero siempre intenta persuadirme… Y suelo acabar triste, pensando en si soy la culpable de esta situación… Cosa que voy trabajando, pero me cuesta que cale.
Si no quedo con mi madre es por cómo me siento cuando estoy con ella… Una parte de mí me dice que debo pensar en mí bienestar, pero otra me dice que no es posible sentirse así con ella. Para mí ella era la persona más importante de mi vida, la mejor sin duda, sé que es una visión quizás distorsionada, pero no dejó de ser así durante muchos años. Luego nos distanciamos mucho, o así lo viví yo… No le gusta cómo soy, eso lo entiendo, aunque me duela… Pero me cuesta aceptarlo, tanto que hace que lleve gran parte de mi vida odiando cómo soy. Intenté todo para acercarme a ella, sin éxito… Hasta me mudé a su lado… Con el tiempo, me llegó a reconocer que no quería que yo le hiciera abuela… Aunque ahora sí quiere ver a mi hijo… Pero tengo miedo de que me hijo sea tratado cómo ella me trata a mí y por eso la distancia.
Por otro lado, mi pareja no puede ni verles en pintura. Se pregunta por qué sigo buscándoles, si solo me hacen daño… Pero algo de mí sigue teniendo la esperanza de que me quieran cómo soy. Otras veces pienso que igual se me ha ido la cabeza, y me estoy montando una película que no tiene sentido, y mi pareja lo único que quiere es que yo no sufra y me sigue la corriente… El caso es que me cuesta horrores asumir ésto, echo en falta una madre que una vez tuve, e incluso un padre y unos hermanos, pero no sé si es buena idea seguir intentando acercamientos… Sobre todo por mí actual familia. Pero al no poder mudarnos está situación se hace más compleja… Salimos a la calle con temor de cruzarnosolos… O con tensión…
Siento el rollazo… Es difícil de resumir, y gracias por leerme. Un abrazo enorme