Han pasado dos semanas, pero me ha afectado tanto que necesito leeros.
Hace dos findes fui a la fiesta de una amiga en su casa con piscina. Tuve que superar muchos complejos para ir a una fiesta en bañador, pero lo hice porque estoy en proceso de quererme mas. Todo iba bien hasta que decidí subirme a uno del os hinchables de la piscina, que era como un sofá doble, y al saltar una de las juntas se abrió y se pinchó haciendo algo de ruido.
Todos me miraron, y las risas fueron tan grandes que se escucharon en toda la urbanización. Yo me reí con ellos porque no sabía qué hacer, pero sentir todas las miradas en la gorda que ha explotado la colchoneta por ballena me mató.
No soy capaz de quitarme ese momento de la cabeza. Pero en vez de dejar de comer, estoy comiendo aún más por la ansiedad.