Cada día me entran más ganas de bajarme del mundo, lo digo de verdad. Ayer estaba viendo Mujeres Hombres y Viceversa (sí, se lo que estáis pensando, pero es que vivo en Inglaterra y la televisión a esas horas no es que digamos lo más divertido del mundo y por desgracia sigo a la espera del estreno de nuevas temporadas de las series que veo) así que veo este divinísimo programa mientras como porque, ¿por qué no?
Bueno, el caso es que ha entrado un tronista nuevo, vale eso no es nada nuevo, mi sorpresa viene cuando entra una antigua tronista, Anais, una chica que no está nada mal físicamente como todas las chicas que pasan por ahí porque por desgracia parece que si pasas de la 38 no cabes en ese programa. Bien, noté que Anaís estaba un poco más rellenita desde la última vez que apareció por el programa y la verdad que le hacían falta dos cocidos así que no me pareció raro ni exagerado pero a mi mente vino el pensamiento de, no sé por qué me apuesto a que esta chica va a dar cola de que hablar en las redes sociales, porque seguro que la van a poner fina.
Efectivamente amigos, yo en mis noches de insomnio cotilleando Instagram dije, bueno voy a poner su nombre a ver qué sale, y sí encontré fotos del momento en el que ella bajó a pretender a este nuevo tronista pero sin más, nada que ver con su físico hasta que te metes en los comentarios y lees cosas como del estilo de, Dios, pero ¿qué le ha pasado a esta chica? o que está como una foca, o que estaba más guapa antes… En serio gente, tenéis un problema bien grande, que una chica gane unos kilos no significa el fin del mundo no sabéis las razones por lo que eso ha pasado y lo peor de todo es que esa chica está perfectamente y no le pasa nada, el problema lo tenéis vosotros.