Hace unas semanas me diagnosticaron ansiedad. He tenido varios ataques de ansiedad estas Navidades, seguramente por los exámenes (o eso dice mi médico de cabecera, amigo de larga trayectoria de la familia). Me diagnosticaron ansiedad una semana antes de empezar los exámenes, y me recetaron unas pastillas (que el médico denominó «relajante muscular» porque decir «ansiolíticos» suena demasiado fuerte para una chica a la que conoce desde que nació), pero al leer el prospecto decidí esperar a empezar el segundo cuatrimestre para tomarlas. Pasé unos días bien, sin ataques, aunque sí nerviosa por los exámenes, por todo eso de que es el último año y quiero acabar bien y tal.
Hice el primer examen, y esa tarde, mientras estudiaba para el siguiente, me quedé sola en casa y tuve un ataque de pánico (sí, pánico, el médico así lo llamó). Por lo visto, para quienes no lo sepáis, un ataque de pánico es un ataque de ansiedad llevado al extremo. Tienes síntomas físicos, en mi caso fue notarme el corazón latiendo súper deprisa (hice la tontería de tomarme el pulso y me latía a 110 pulsaciones/minuto. Llamé a mis padres, que estaban en el pueblo a media hora de donde yo estaba, y a mi hermana, que se había marchado a pasear y estaba a media hora andando de donde yo estaba, con su novio. Mi hermana me recomendó hacerme una tila, pero apenas era capaz de levantarme del sofá, era un mar de lágrimas, y tan solo tenía un pensamiento: Me va a pasar algo, y cuando mis padres y mi hermana lleguen ya será demasiado tarde. Conseguí levantarme y hacerme la tila, me tranquilicé ligeramente, y cuando mis padres llegaron fuimos a urgencias.
Claro, en una hora y media de sala de espera me tranquilicé lo suficiente como para que mis pulsaciones llegaran a 93 por minuto cuando me tomó el pulso la médico. Que estaba nerviosa, que me había dado un ataque de ansiedad y que no tenía nada grave. Lógicamente lo primero que hice esa misma noche fue tomarme el ansiolítico.
Cuando volví al médico de cabecera, lo primero que hizo fue echarme la bronca por no haber empezado cuando me lo indicó. Que tengo ansiedad y eso puede derivar en miedo a salir de casa, o miedo a quedarme sola. Porque al parecer esas cosas tienen memoria, y cuando me vuelva a pasar algo recordaré lo mal que lo pasé aquel día, y será aún peor.
Escribo para saber si alguien se ha visto en esta situación o alguna parecida, y si creéis que hacer deporte (mi propósito para 2018, aunque empezaré con el nuevo cuatrimestre, es apuntarme a un gimnasio y perder algunos kilillos que me sobran) puede ayudarme con esto o si no tendrá nada que ver. Estoy asustada solo de pensar que se puede repetir lo del otro día…
¡Muchas gracias!