Me siento la peor madre del mundo.
Mi hija de catorce años siempre estaba con nuestro vecino que también está en su clase. Viene a casa por las tardes a buscarla para dar una vuelta o si tienen que hacer deberes y cosas así.
La semana pasada mi hija me confesó que le gustaba mucho y que pensaba que ella a él también, así que me dio por animarla a que le pidiera salir, ya que ella decía que estaba segura de que él no le decía nada por vergüenza.
Fueron a cine y de camino a casa mi hija se animó y le confesó que le gustaba, a lo que él le dijo que solo eran amigos, que no le gustaba ella como «novia».
Pues desde entonces no me mira, dice que él ya no está con ella como estaba antes y que yo tengo la culpa. Yo le he explicado que seguro que a él le da un poco de corte y por eso esta más esquivo pero que se le acabará pasando y siendo amigos como antes.
Ahora no sé de que forma ayudarla.