Menudo día de altibajos y no son ni las 9 de la mañana… Me he levantado y mi madre me ha dado 1.000€ en efectivo para que fuera al banco que está a dos calles de mi casa a ingresarlos.
He ido que parecía yo portadora de un virus mortal, llevaba el bolso agarrado a presión bajo mis dedos, si alguien llega a intentar arrancármelo se lleva mi brazo conmigo como poco.
Pues bien, he llegado a la sucursal, he abierto el bolso y para mi sorpresa el sobre con el efectivo no estaba. ¿Qué he hecho como la adulta de 25 años que soy? Ponerme a llorar.
Pero a llorar de verdad, en mi casa no vamos sobrados de dinero ni mucho menos, el agobio que me ha entrado no tenía nombre, de verdad os lo digo.
Una señora que pasaba por allí se ha puesto a consolarme mientras yo lloraba y le preguntaba cómo se le voy a decir a mi madre, la pobre mujer no sabía dónde meterse.
Pues bien, en medio del drama he notado el sobre EN EL BOLSILLO DEL PANTALÓN, ¿qué he hecho? Fingir para no sentirme retrasada mental y volver a mi casa con el puto sobre de los cojones, se lo he tirado a mi madre que estaba desayunando con mi hermano, se han quedado con cara de higo, les he narrado todo y llevan riéndose de mi más de media hora.
Menos mal que se me ha pasado ya y me estoy riendo yo también de lo petarda que soy.
Eso sí, a Dios pongo por testigo que no vuelvo a salir a la calle con más de 50€ en efectivo.