Hola, Carla!
Lo primero, felicitarte y agradecerte por ser tan empática. Pocas personas como tú quedan. Sí es cierto que puede ser un poco intrusivo y chocante para ella que le digas que la oíste llorando. Pero, por qué no pruebas a tocar a su puerta diciéndole: oye, vengo de hacer unos recados y he pensado que podía apetecerte tomar un café, te vienes??
Pienso que así puedes ir entrando en confianza con ella. Las personas de países fríos son más distantes y desconfiadas así que pienso que si le invitas a tomar algo fuera (y no en tu casa) se sentirá más «libre».
En mi opinión, yo también me preocuparía por ella. Quién sabe si llora porque le está costando adaptarse, echa de menos su vida anterior, a un ser querido, por una pérdida reciente, etc. Como bien se suele decir: seamos amables los unos con los otros porque no sabemos las batallas que llevamos dentro cada uno. Estoy segura que, aunque te rechace al principio, agradecerá tu gesto algún día.

Escríbele una carta de ánimo anónima y dejasela en el buzón.Seguro que le alegra, no sentirá que le han invadido su privacidad y no te arriesgas a cagarla con ella.

A ver, a mí lo de decirle así directamente que la has oído llorar me parece un poco too much. Al fin y al cabo, puedo hacer que pierda la confianza en la privacidad de su propio hogar, y eso me parece terrible. Mi casa para mí es un santuario, y saber que ni siquiera allí puedo ser libre de expresar mis sentimientos en privado me parecería de lo más horrible.
Ahora bien, tú intención al final y al cabo es súper buena, y demuestra que tienes un corazón de oro. La idea que te han dado por ahí de los dulces me parece buenísima. Prueba a hacer unas galletas, o unas magdalenas o algo asi, y dejaselas en la puerta con una nota que diga algo así como «He hecho demasiadas y pensé que te podían gustar. ¡Que tengas un buen día!» Eso le alegra el día hasta a la persona más fría, y te aseguras de que su privacidad siga intacta.

Me sumo a lapropuesta de golpear su puerta para darle algo rico que le hagas. La saludás, se lo dejàs. Es una invitación tácita a que ella sea la próximaa golpear tu pierta, sin la invasión de ir a visitarla.

Escríbele una carta, que va a ser menos violento para ambas y habrá menos posibilidades de meter la pata sin querer con algo que digas. Una carta la puedes releer y cambiar lo que no te convenza del todo.
Incluye tu teléfono. Proponle quedar para salir a cenar y tomar una copa, charlar y conoceros mejor.
Intenta ser empática (juraría que lo eres) y prudente, y escribe desde el corazón…ojalá le puedas servir de ayuda.