Si vas a empezar un tratamiento de Fecundación in vitro ICSI, por favor se paciente, relájate y respira, el proceso es largo, pero haya buen resultado al final o no, hay que luchar por los sueños ¡A por ello!
Han pasado cinco meses, un confinamiento y una pandemia des de que empecé el tratamiento, me sometí a este tratamiento porque mi marido tiene la vasectomía hecha y como es normal, sus bichitos no llegan a mi nidito de amor, así que teníamos que buscar cual era la mejor opción,
La ginecóloga nos dijo que lo mejor era una FIV-ICSI, eso significa que la mujer recibe un tratamiento hormonal que consiste en inyecciones diarias de hormona femenina durante un cierto tiempo, no voy a entrar en detalles porque cada mujer es un mundo y el ginecólogo es quien dice cuál es el mejor tratamiento para cada persona, por otro lado, los hombres son sometidos a una pequeñísima intervención comparada con la nuestra para sacarles el esperma.
Durante este tiempo te sometes a muchos controles, de tiroides, cromosomas, hormonas, en mi caso, prueba de coronavirus… algunas entran en el abultado presupuesto que te hacen de más de 6000 euros (medicación aparte) y otras hay que pagarlas. Para mi lo peor fue el momento de hormonarme, las mujeres con ovarios poliquísticos podemos tener problemas de superhestimulación ovárica y eso no mola nada, lo se porque después de una semana inyectándome hormonas mi barriga parecía que fuese a estallar, apenas podía andar y me meaba cada dos por tres, hasta que llego el día de la intervención, hice 30 óvulos entre los dos ovarios, eso son muchísimos óvulos, lo que significa que cuando te intervienen son treinta pinchazos allí en tus aposentos, pero como estas dormida no te enteras, hasta que te despiertas y te dicen que tienes liquido por todo el cuerpo y que por eso estabas hinchada, que quizás te duela un poco, un poco dicen…
Al día siguiente no me podía mover, no podía respirar, el dolor era inexplicable y terminé en urgencias, pero nada grave todo era normal, estaba fuera de peligro, pero había que asegurarme, así que medicación y a hacer reposo. Al final de todo el procedimiento tengo 5 blastocitos congelados esperándome. Si ahora me dijeses si lo volvería a hacer, te digo que sí, porque hay que luchar por los sueños, que el dolor es pasajero, y que al final todo esfuerzo tiene su recompensa, o al menos eso espero, pero no te voy a mentir, mientras sufría los dolores odié al ginecólogo, le cogí manía a mi marido porque el estaba como una rosa y yo no me podía mover y me han surgido miedos, inseguridades y dudas cada segundo que ha pasado en estos meses. No te sientas culpable por no saber, por escribirle a tu médico cada dos por tres y si tienes dolores durante el procedimiento, no te hagas la valiente y ve a la clínica o a urgencias, siempre tenemos que cuidarnos y anteponer nuestra salud ante todo.