No venga con ánimo de generar ninguna conversación, solo de desahogarme y contar parte de mi historia. Y si el protagonista lo lee que sepa que le doy las gracias.
Gracias por irte y dejarme, fue lo mejor que pudiste hacerme.
A pesar de las formas, con las que solo te delataste.
Caí en una depresión, todavía recuerdo que el momento más feliz de mi día era el micerosegundo nada más despertar, hasta que me venía todo encima y sólo quería llorar.
No hiciste nada especialmente malo, pero me engañaste muy bien. Nos engañaste a todos…
Todavía recuerdo como tu mejor amigo el día anterior decía que le daba envidia nuestro amor, que el quería algo así.
Todavía recuerdo como te escapabas a hablar por teléfono a escondidas, mientras mi familia estaba de visita.
Y todavía recuerdo como tonteabas conmigo mientras seguías con ella.
Todavía me siento mal, pero me pagaste con la misma moneda.
Volviste con ella y me quedé devastada.
Te casaste rápido y tuviste una bonita familia.
Y hoy casualidades de la vida, me entero que estas con otra. Que la dejaste con dos hijos, el pequeño de apenas 2 o 3 años.
No se las circunstancias, pero visto la rapidez con la que subes fotos de tu «nueva familia», me temo que volvió a sufrir lo mismo.
Y a ella solo quiero decirle que en lo que a mí concierne lo siento, siento que tengas que pasar otra vez por esto y esta vez con dos hijos pequeños. No te merece.
Yo ya lo superé y doy gracias todos los días por mi familia, por mis hijas. Y hoy también doy gracias porque me dejaras, porque siempre me quedó el resquicio de la duda, de pensar que igual no era suficiente, que fué culpa mía.
Saber hoy esto, sólo me confirma que el fallo está en tí.