Hola! Acabo de leerte y me he sentido súper identificada con una situación que viví con la que era mi mejor amiga.
A ella le diagnosticaron depresión también después de un episodio donde estuvo ingresada tras un ‘intento de suicidio'(discutió con sus padres, les dijo que se iba a suicidar, realmente no intentó nada pero ellos se asustaron y llamaron a una ambulancia). Tiene una familia un poco peculiar y con una visión un poco anticuada pero nada con lo que sea imposible convivir.
Tras 3 años con tratamiento y muchas discusiones con sus padres se fue de casa y
vivió conmigo durante casi un año, yo estudiaba y trabajaba a la vez. Compartíamos habitación y le pagaba absolutamente todo. Ella se pasaba en cama todo el día pese a que yo le pedía que se buscase algo aunque solo fuese para pagarse su comida que del resto me encargaba yo. Le encontré varios trabajos que rechazó en el momento de la entrevista porque era una mierda de sueldo, porque le quedaba muy lejos o directamente les decía que tenía depresión y que no les podía garantizar nada…
No hacía absolutamente nada durante la semana, yo me marchaba a las 8 de la mañana y cuando volvía a la hora de comer todavía estaba en cama mirando el móvil y chateando con tíos. Cuando llegaba el fin de semana no le veía el pelo: que si conciertos, que si compras ‘compulsivas’ según ella porque estaba deprimida etc etc etc Me entere por otra amiga que sus padres le estaban dando 300 pavazos al mes y no compró nunca jamás ni una barra de pan. Discutí con ella y la eché de casa.
Nos pasamos meses sin hablarnos hasta que coincidimos en un sitio y enterramos el hacha de guerra. Hoy en día apenas le hablo, ella solo me escribe cuando hay alguna fiesta que le interesa y sus post en Facebook son siempre de el mundo contra mi, no encuentro trabajo, mis padres son unos maltratadores.
Con todo esto quiero decirte que alguna gente que sufre esta enfermedad la aprovecha para vivir cómodamente. Mi amiga se acostumbró a que le dieran todo hecho y así le va ahora.
Por ti, por tu salud, hay momentos en los que hay que ser egoísta. Un beso muy fuerte.