Mi hijo acaba de empezar en el colegio este curso. Todos los dias le tengo que meter la merienda en la mochila para que la coman en la clase. Como no quiero ponerle todos los días lo mismo, pues hay veces que le preparo un pequeño bote con uvitas, o con gajos de mandarina, otro día le pongo un plátano, otros medio sandwich…
Pues casi siempre recibo una ‘queja’ por parte de la profesora por lo que le pongo. Que si no come bien la mandarina, que si la fruta la destroza pero no la come, que si el sandwich tarda en comerlo. No hay mañana que no me diga algo sobre lo que le meto en la mochila.
Ayer ya un poco aburrida, porque es que yo ya no se que ponerle, le pregunto que qué quiere que le de. Y va y me dice que lo mejor sería que todos llevaran fruta de esta que viene ya triturada y que es bebible, que tardarían menos y que sería más fácil para ella. Primero, mni hijo odia esas cosas, le dan asco, y segundo, creo que esta mujer se estresa y claro, quiere que se lo pongamos más fácil, pero yo no veo bien que mi hijo tenga que comer eso a diario para que ella no tenga que hacer su trabajo.
Le he dicho que de eso nada, que esas bolsas son una porquería, y hemos medio discutido porque dice que estoy equivocada. La cosa ha quedado en que yo le pondré a mi hijo lo que considere y ella lo gestionará como pueda. Yo no incumplo ninguna norma, el niño en casa todo lo que le pongo lo come bien y si en clase como ella dice se dedica a jugar con la comida pues le tendrá que llamar la atención. Yo ya hablé con él y le dije que eso no lo hiciera.
Digo yo que la nutrición de mi hijo será cosa mía y no de su maestra, ¿no?