***transcribimos una historia que nos ha llegado al mail***
Buenas a tod@s. Soy nueva por aquí – es la primera vez que escribo- aunque desde hace años sigo vuestras historias y, en algunas ocasiones, me he sentido identificada con ellas.
Hoy necesito dejar por escrito una anécdota que viví hace unos meses. Y, me gustaría, que me diérais vuestra opinión, porque yo, en mi vida, me había encontrado con un chaval más extraño…
Os pongo en situación: me fui a 10.000km de casa, a trabajar durante un año aprox. En principio venían conmigo cuatro personas más. Vamos que, a priori, era un planazo: choque cultual garantizado, con unos súper compichuelos con los que hacer planes y viajes.
Hasta aquí la contextualización, porque entre ellos -mis futuros compañeros- estaba “el vecino silencioso”.
Un tío que, al principio, parecía borde, estirado…pero, al mismo tiempo, tenía cualidades que yo admiro en alguien: la paciencia y una aparente madurez que cubría con una innata independencia. Vamos, que parecía un tío misterioso y solitario, lo cual hizo que, poco a poco, me fuera fijando en él, sobretodo por comportamientos que jamás logré descifrar. Ya os digo ahora que nunca pasó nada, pero sí hay cosas “misteriosas” que me gustaría me ayudárais a entender.
Aparentemente se hacía el distraído, como si su principal interés fuese únicamente salir de fiesta, beber y viajar, pero de relaciones ni chicas nada de nada. Así que voy a enumeraros una serie de situaciones que viví junto a él y que no he logrado nunca saber qué significado tenían: hablar junto a otras personas por los dos -como si conociera mi opinión; intentar acelerar mi decisión de volver a casa -sabiendo que él también iba a regresar-; ignorarme en una fiesta al pensar que yo había quedado con otra persona; decir delante de otra gente y aprovechando mi presencia que “x” era una chica muy guapa; interactuar con todas las personas presentes, pero a mi ignorarme; tenerle enfrente y al haber pasado unos meses sin verme, mirarme a los ojos y, acto, seguido desviar la mirada hacia mis labios; y ya, para terminar, y que para mi es la más divertida: empezar a ponerse nervioso -sin saber donde poner los brazos- al tenerle a mi lado, en una sala en la que se recitaban poemas románticos.
A todo esto y, en mi defensa, debo decir que la curiosidad me picó siempre y después de estar meses pensando qué hacer, le dije, un día, de tomar un café, para decirle que qué le pasaba conmigo. Su respuesta fue que nada, que yo le daba demasiadas vueltas a todo. Acto seguido se puso a reír -de manera nerviosa- y me dijo que le expusiera qué actos suyos me hacían pensar que le pasaba algo conmigo.
Después de eso hubo alguna otra situación “extraña”, pero pasaron los meses y llegó el día en el que él debía volver, ya que yo lo hacía unos días más tarde.
Estuve unas semanas sin saber de él y, de repente, se plantó en mi puerta para decirme que fuéramos los dos a despedirnos de todo el mundo. JAMÁS olvidaré sus ojos: brillaban al verme, pero después de casi un año en una tierra lejana y sin la gente a la que yo quería, ese día, no estuve nada receptiva. Y, aunque me invitó a cenar con él y sus amigos, antes de ese momento y, tomando un café, los dos terminamos de hablar un poco alterados. Yo le retraje cosas, puesto que se había hecho amigo incondicional de alguien que me había traicionado nada más llegar -y él lo supo desde el primer momento-. Y para colmo actuaba así de raro, lo que me hacía pensar que, estaba enamorado de mi, y lo último que yo quería era ser el trofeo de nadie.
Ese jueves todo terminó de una forma que no sabría cómo definir, pero os aseguro que no era como esperaba que fuesen las cosas. Desde entonces no he vuelto a verle, aunque vivimos muy cerca, el uno del otro. Eso sí, el karma me quiere mal y no paro de encontrarme, constantemente, a sus amigos, los de la última cena. Y yo, no paro de sentirme mal, porque aunque el tío no estuvo acertado gestionando emociones, a mi no me correspondía darle hasta en el DNI. Así que necesito vuestra opinión sobre si pensáis que quiso algo, pero no supo cómo decirlo y si debería, por última vez, decirle de tomar algo antes de que termine el año. Porque, con tanto misterio, consiguió captar mi atención.
Un beso enorme ️