Reproducimos  un testimonio que llegó a [email protected]

Hola a todas.

Después de muchos años en pareja, con nuestros más y nuestros menos, el cuento llegó a la última página. Quien diga que una relación acaba por un único motivo, generalmente se equivoca. De lo que no tengo dudas, es de que mi fobia social ha influido mucho.  Ojo, no por la enfermedad en sí, sino por sus múltiples consecuencias. 

Mi pareja sabía de esta problemática antes de ser novios y nunca pareció importarle, aunque a decir verdad no sabía bien a que se enfrentaba . Tampoco estaba frente a uno de los casos más graves de la enfermedad. Eso sí, por lo vivo en primera persona; siempre te condiciona muchísimo. 

Tengo algunos amigos, puedo trabajar y con mayores o menores dificultades puedo hacer vida  «normal». No tengo problemas con  los trámites básicos (ir al banco, pedir una cita médica, hacer la compra etc.) y tampoco me ha generado  agorafobia. Dentro de lo malo  doy gracias a Dios. Me duele la ruptura, mucho, pero no juzgo su decisión. Faltó asertividad y comunicación, pero quien no vive esto; nunca lo entenderá del todo aun con su mejor intención.

Para poner en contexto, ¿de qué va la película? ¿Qué síntomas tiene?

1. a) Psicológicos: evitar situaciones donde puedas  ser el centro de atención, angustia por el miedo al ridículo, miedo a hablar con extraños, ansiedad intensa al enfrentarse a situaciones sociales que dan miedo, autoevaluación negativa y rumiación de pensamientos tras una interacción social etc. En definitiva, el mayor miedo del fóbico social es que otros sepan que lo es y en cierto modo tener que justificarse y dar explicaciones. 

1. b) Físicos: enrojecimiento, taquicardias, temblores, sudoración, náuseas, dificultad para respirar, mareos, mente en blanco, tensión muscular etc.

Nunca sabes cuáles de estas cosas te van a asaltar en un momento crítico. ¿En qué aspectos me limita más? Veamos…

-Trabajo. ¿Entregar currículum en mano? Si bien puedo hacerlo, me resulta horrible. Me tiembla el pulso, me trabo al hablar y me siento estúpido. A diferencia de lo que se dice, creo que en mi caso acudir en persona a buscar trabajo juega en mi contra. Los trabajos de cara al público (teleoperador, dependiente, atención al cliente, hostelería etc.)  salvo excepciones, no son opciones válidas para alguien con este problema. Dependo mucho de los portales de empleo para buscar trabajo y he pasado temporadas largas sin trabajar al excluir otros métodos de búsqueda por no sufrir los síntomas. 

-Relaciones. En lo referente a la amistad, la familia y el amor, mi vida está muy supeditada a las acciones de los demás. 

1. a) Amistad. Tengo amigos porque alguien siempre me ha facilitado el trabajo, generalmente algún familiar me presenta a los suyos y si son extrovertidos, el tiempo hace  el resto. Importante este dato de los extrovertidos, Aun presentándote a gente, a menudo no suele ser suficiente y cualquier gesto ambiguo o de silencio (aun sin mala intención), nuestro cerebro lo interpreta como una señal de rechazo aumentando nuestras ganas de huir. 

A decir verdad, creo que nunca he hecho un amigo por mí mismo . A veces hago por conocer gente nueva y propongo planes, pero dado el esfuerzo que me supone (además de ser introvertido), las relaciones nunca llegan a cuajar. He conseguido algunos colegas, pero las amistades verdaderas son otro tema.  Para que lo entendáis mejor, cualquier encuentro social (no planeado) por la calle me provoca náuseas y dolores de cabeza intensos. Incluso encontrarse con amigos, en caso de no esperarlos allí, enciende la señal de pánico. 

1. b) Familia. Al visitar a familiares se presuponen ciertas actitudes de comportamiento y éxito, por lo que mis relaciones se limitan a mi núcleo familiar. Que alguien comparte tu sangre no significa que te entienda y mucho menos que te quiera.  Por supuesto, las relaciones con la familia política son un foco de conflicto. Cuanta más gente haya implicada en la ecuación, mayores deseos de escapar. A menudo, acabas poniendo excusas para rechazar planes (es más fácil de explicar)  y tu pareja sufre. Cree que no la quieres, que no te importa o  que no deseas comprometerte; cuando la situación es muy distinta.

1. c) Si tienes fobia social y pareja eres un privilegiado. Lo más probable es que tengas un buen físico, o que algún amigo, de entre tus pocas opciones se haya enamorado de ti y viceversa. Es casi imposible. Con esta enfermedad  hay muchas posibilidades de no conocer el amor ni el sexo; dos ausencias que de cierta manera te hacen más introvertido y aumentan tu fobia social. No soy capaz de pedir una cita en persona a nadie, por lo que a decir verdad es increíble lo lejos que he llegado con esta condición. Por tomármelo con humor, salir conmigo es tener la certeza de que no te puedo poner los cuernos. 

Esta enfermedad puede desencadenarse a raíz de eventos traumáticos o directamente, no saber porqué. Siempre he tenido este problema y aunque parezca mentira, estoy lejos de mi peor momento. He mejorado mucho, pero esto es algo que siempre vivirá conmigo en mayor o menor medida.

Me encantaría conocer personas con problemas similares para amistad y juntos, codo con codo, obligarnos a salir del agujero. Al resto de personas que leen esto, habiendo explorado ya el problema…

¿Daríais la oportunidad como pareja a personas con este problema? 

Sea como sea, me alegro de haber hecho un poco de concienciación social.