Bueno Sybil, justo venía por aquí con la parte 2, jeje:
Por cierto, indicar que el tema de la ansiedad, salud mental, es algo que por otra persona yo sabía de hace años (yo sabía quien era él, pero no nos conocíamos como tal), y es algo que me consta es cierto, que sé que no son meras excusas.
Míercoles tarde:
Finalmente quedamos a las 18:30, él aparcó cerca de mi casa, cuando llegué le dije si quería dar una vuelta o si subía yo al coche, y me dijo que subiera. Subí y comenzamos a hablar acerca de su operación (al día siguiente) y demás.
Entonces me enteré que estaba nuevamente de baja, llevando ya cerca del mes así, encontrándose aburrido, y amargado por estar sin trabajar, no poder practicar deporte u otras actividades que le gustan, etc. Y así finalmente salió el tema a tratar.
Según me contó, estuvo a punto de enviarme por correo a mi trabajo, el libro, a lo cuál le dije que si lo hubiera hecho ahí si que se la monto… Por lo visto, cuando le envié los mensajes para que me diera el libro (el mensaje fue tal que “Buenos días, necesito el libro que te presté, mira a ver cuándo te viene bien dármelo.”), se le cruzaron los cables hasta el punto de que el libro estaba en casa de su abuela, y se fue directamente a buscarlo para dejarlo en el coche. Y que había estado toda la semana con el “Run-run” del tema. Y se rayó tanto que buscó la dirección de mi trabajo (me llamó la atención que recordara el nombre de mi empresa, pues no creo que lo haya nombrado salvo un par de veces) para enviármelo, lo cual finalmente no lo hizo porque encontró dos direcciones posibles, y porque recapacitó.
Que se picó pensando “si seguro que realmente no necesita el libro”, “¿por qué no me pregunta si me pasa algo?”, a esto último le recordé que la semana anterior a su ignorada, también le escribí un día, no me respondió y al día siguiente le pregunté si le pasaba algo, que lo que no iba a estar yo siempre así (te pregunto cómo estás, no me contestas, y tengo que volver a preguntarte). Me dio la razón y me dijo que sabe que tengo toda la razón del mundo, pero que en ese momento que estaba encabronado, pensaba así de ilógicamente.
Entonces, según me contó, cuando no me contestó fue porque se encontraba mal, por el tema de salud, de ver que no mejoraba, no poder trabajar, no poder hacer deporte ni nada, e incluso empezó a rayarse pensando “tengo 34 años, de nuevo viviendo en casa de mi madre”, etc… Y que entró en un estado que cuando está así, no ve más allá, y que es como si le diera igual lo que hay a su alrededor. Que en realidad NO le da igual, pero que en ese momento para él egoístamente, no hay familia, ni amistades ni nada, que es algo que su familia y amistades ya saben (que está en ese estado y que estará sin comunicarse). A lo que le respondí que como él dice, su familia y amistades, personas que lo conocen de hace muchos años, pero en mi caso… Y me dijo que efectivamente es algo que pensó después “Joder, ¿por qué tengo que hacerla pasar por esto, cuando podría haberla avisado en un inicio de que ahora mismo no estoy bien y no me apetece hablar?” Que está claro que tendría que haberme dicho algo, ya que nos conocemos de hace sólo unos meses, y lo nuestro no es una amistad en sí.
Me dijo que él sabía que tarde o temprano tendría que darme explicaciones, cosa que cuando lo dijo me entró muy mal cuerpo, pensando que habría pasado algo. Yo le dije que si le contabas a cualquier persona lo que había pasado, lo que pensarían es “si no te contesta, ni te habla es porque no quiere, y si no quiere es porque pasa de ti, porque está conociendo a otra persona.”, a lo cual me dijo que es cierto y normal que desde fuera cualquiera piense eso, pero que no era el caso. Que no sabía cómo soy yo, pero que en su caso, él cuando está conociendo a alguien, se centra en esa persona, que no busca conocer a otras personas. Que a lo mejor, hace 10 años sí era así, pero que a día de hoy no. Ahí aproveché y le dije que tenía una pregunta al respecto: “¿Estás o has estado con alguien? ¿Hay alguien que te guste?”, a lo que me respondió que no, que él me estaba conociendo a mí.
Y en resumen, me reconoció que la cagó (dice que tiene gran capacidad para cagarla), que yo tengo toda la razón del mundo para pensar lo que he pensado, y para estar enfadada, y molesta. Que el tema de que no me contestara y encima después hubiera tenido actividad en redes sociales, me dijo que cuando está en ese estado mental (de que mira por él y es cómo si no hubiera nada alrededor) que para él lo que hace está bien hecho, y que es después cuando se para a analizarlo que ve que no (en este caso, que va a parecer que le doy igual). Pero que sí que le importo, que si no fuera así no se hubiera encambronado él solo como lo hizo, y que me hubiera devuelto el libro y ya.
Tengo que decir, que todo lo que me cuenta, me lo creo totalmente. Algo que me ha pasado siempre con él, que me trasmite total sinceridad. De hecho nunca ha sido una persona aduladora, ni de dorar la píldora cuando quizás en ocasiones es lo fácil. Y otra de las cosas, es que pude ver claramente cómo le fue cambiando la expresión, y la actitud conforme pasaba el tiempo y se aclaraban las cosas (a lo tonto estuvimos casi 5 horas juntos), cómo se le veía claramente feliz, relajado y algo “tontito”, lo cual me da cierta tranquilidad ver que no soy la única que se pone “tontita”.
Finalmente, me devolvió el libro, y nos hemos arreglado (vamos, nos despedimos de pico y quedamos en estar en contacto), algo que no a todo el mundo de mi entorno le hace gracia, y que entiendo que sea así.
Por mi parte me lo quiero tomar como una última oportunidad, para ver si puede funcionar, si él puede corregir su comportamiento (al menos avisar si no está bien, y no desaparecer y ya), y si yo soy capaz de llevarlo bien, y si me vale la pena. Quizás desde fuera puede parecer que estoy ciega y no atiendo a razones, pero no es así. Soy la primera que entiendo lo que opinan y me dicen las personas que me quieren, pero creo que él tiene también muchas cosas que valen la pena como persona, y quiero dar una última oportunidad.
Sé que nadie es imprescindible, e igual que podía vivir sin él antes de conocerle, sé que puedo estar sin él, pero es cierto que de las personas con las que he estado, es quién más pena me daría no tener en mi vida, a nivel no romántico. Aunque también es cierto que sé que no soy capaz de separar cariño del resto, y yo no podría ser sólo su amiga, así que está en mi vida con todas las de la ley, o no lo estará.
Y en fin, en esas estamos, sólo me queda ahora ver cómo se desarrolla todo. Y nuevamente, cómo ya me había pasado con él en un inicio, vuelvo a ver que no siempre lo que parece es lo que es… ya que yo pensando por su actitud y contestaciones, que le daba igual sacarme de su vida, y que quería darme el libro y desaparecer, y él por su parte no podía parar de darle vueltas al asunto.
Creo que eso es todo, perdonad por el rollazo, pero ya tengo asumido que no tengo capacidad de síntesis, jejejeje.