Hola chicas! Mi historia no es precisamente de Tinder, pero vengo a contaros mi experiencia por si a alguien le ayuda ante sus dudas.

Durante el confinamiento, estaba por twitter y vi un comentario que me resultó gracioso, le di me gusta y le respondí «por fin alguien con el mismo humor negro que yo, nos casamos?» Él me contestó riendo y diciéndome que mientras no le costara mucho dinero, sí. Me empezó a seguir por twitter y yo a él, pero sin más, ahí quedó todo.

A la semana me escribió preguntándome qué tal estaba, qué tal la cuarentena y presentándose. Por mensaje privado de Twitter estuvimos hablando, explicándonos cómo llevábamos el confinamiento, de dónde éramos, edad, trabajo… y estuvimos bromeando con que el tinder era para parejas y el twitter para unir humores rancios. Un día me dijo si tenía instagram, le dije que sí y nos agregamos, pasamos de hablar por twitter (donde ni él ni yo teníamos fotos personales), a hablar por instagram. Bromeábamos con ciertas fotos nuestras graciosas, descubrimos que a ambos nos gustaba practicar el mismo deporte y los animales, estuvimos hablando de viajes que ambos habíamos hecho a los mismos países hasta que le dije que mi cuenta pendiente era París, a lo que él me respondió «y si nos conocemos, nos tomamos un café y decidimos qué fechas escogemos para ir a París?» Yo me reí pensando que bromeaba, pues él tiene 7 años más que yo, es un chico con un físico cuidado y a mí me sobran 10 kilillos y yo no me considero guapa para nada; pero de repente me dijo que si la risa era un sí o un no. Vivimos a 800km de distancia y le dije que si venía tendría la decencia de pagar yo ese café. Yo pensando en todo momento que para nada se presentaría en mi ciudad.

Fueron pasando los días, yo volví a trabajar y él también, hablábamos menos pero cada día nos preguntábamos qué tal nos había ido, ya se había convertido en una costumbre. Pero llegó el día 21, cuando ya nos dejaban viajar entre provincias y autonomías, y me dijo si ya había pensado en qué bar tomar ese café y yo riendo le envié un link con un cafetería de mi ciudad a la que iba menudo. Me dijo entonces, para mi sorpresa, que si a mí me parecía bien, el 26 a la noche estaría en mi ciudad. Claro aquí ya me empecé a acojonar, realmente no le conocía y pensaba que este chico estaba loco por recorrer tantísimos kilómetros simplemente por verme y conocerme, así que le dije que no sé si hablaba en serio, pero que si lo hacía esperaba que se dignara a coger un hotel y no meterse en mi casa, cuando me mandó el link de un hotel y me dijo que ya lo tenía pensado, que no me preocupara por eso.

Llegó el viernes a las 3 de la madrugada y él mismo a las 12 me dijo que me acostara, que no le esperara y que a las 11 estaría en la cafetería que le dije, que si yo quería, nos veríamos y que si no, continuaríamos hablando por instagram (no teníamos los whatsapps) hasta que yo me sintiera preparada, pero que la atracción que sentía por mí no era sólo física, sino emocional y mental, así que esperaba lo que hiciera falta, pero que iba a aprovechar todas las oportunidades posibles.

Y ya me veis a mí, mandando a una amiga a las 10.30 a la cafetería para que me avisara si él iba y si le parecía un loco o no. Y tal cual, a las 10.50 apareció él y mi amiga me escribió diciendo que fuera pero ya. A las 11.10 llegué y me senté en su mesa sonriendo, sin decir nada y os juro que la sonrisa que se le dibujó en la boca y el brillo de sus ojos, fue lo más bonito que había visto en mi vida.

Estuvimos hablando toda la mañana (mi amiga se acabó yendo al ver que no había peligro ninguno en principio), fuimos a comer a la playa y acabamos pasando todo el día juntos. Llegada la noche, él me acompañó hasta mi casa y se despidió con un beso que le estaba deseando dar. Él se fue a su hotel y yo me quedé con ganas de pasar la noche con él, así que le llamé (sí, nos dimos los números) y me planté en su hotel y, os prometo, que fue la noche más bonita de mi vida.

Se hizo corto, porque al día siguiente desayunamos y él se fue a su ciudad. Desde entonces hemos estado hablando cada noche (cuando no trabajamos) y este jueves me voy a su ciudad hasta el domingo. Estamos los dos súper ilusionados, deseando volver a vernos, esta vez unos días más y, si todo va bien, en agosto nos iremos 15 días de vacaciones.

Sé que las relaciones a distancia no es lo ideal y que, en algún momento, tendremos que plantearnos a ver qué hacemos, pero en estos momentos soy feliz porque esta persona me ha demostrado más en 24h en persona y 4 meses online, que mi pareja anterior de 5 años o la anterior a esta de 3 y medio.