LO QUE HE APRENDIDO ACERCA DE LAS PERSONAS QUE QUIEREN RELACIONES ABIERTAS…

Inicio Foros Sex & Love Love LO QUE HE APRENDIDO ACERCA DE LAS PERSONAS QUE QUIEREN RELACIONES ABIERTAS…

  • Autor
    Entradas
  • LaPerra
    Invitado
    LaPerra on #409396

    Hola a todas y a todos. Hace tiempo escribí un post acerca de los “resultados” de volver a darme una oportunidad con hombres y mujeres, ya sea en el terreno sexual o emocional. Y eso fue hace años: durante mucho tiempo decidí no volver a tener encuentros sin sentido con personas que tenían menos empatía que una ameba y darle alegría a mi cuerpo en solitario.

    Pues bien: hace un año me surgió la oportunidad de empezar una relación convencional (no voy a utilizar la palabra “normal” porque me parece tonto, nadie es normal, y ninguna relación lo es) con una mujer a la que le gustaba, y era recíproco. Aunque al principio tenía mis dudas porque la muchacha en cuestión había sido un alma libre la mayor parte de su vida (en plan que no había tenido nunca una relación monógama: cosa que acepté, porque los antecedentes de una persona no me importan, y me parece estupendo que haya disfrutado así), decidí darle una oportunidad porque no es plan de desconfiar de todo el mundo. De hecho, fue ella la que me lo propuso, y en ningún momento negó su pasado loco. Yo acepté, con reticencias, pero os juro que fueron cinco meses preciosos a su lado; sin embargo, algo dentro de mí me decía que aquello no podía durar mucho, que una persona que ha disfrutado de su libertad durante tanto tiempo no la puedes “encerrar” en una relación de esa manera, eso me decía mi cabeza, pero mi corazón ya estaba empezando a sentir algo por ella y decidí proseguir. Y mis sospechas se confirmaron al medio año de salir, después de una serie de actitudes y comportamientos que empezaron a ponerme en guardia (en plan menos encuentros en la cama, menos ganas de su parte de compartir tiempo conmigo y hacer planes en pareja, etc): ella me comentó que necesitaba más, que necesitaba tener sexo con otras personas pero sin perderme, porque me quería. Prometo que, en ese momento, el corazón no se me rompió: sentí tristeza, pero no rabia, porque sabía en el fondo que aquello iba a pasar. ¿Y qué hice? Le pedí una semana distanciada para pensar porque yo tampoco quería perderla pero no quería, digamos, compartirla con nadie porque, llamadme rara, soy monógama, y aunque sólo fuera sexo esporádico con otros hombres y mujeres que iba conociendo, no me agradaba la idea. Por otro lado pensé que jamás había tenido una relación de ese tipo con alguien, y que había que “probar” para saberlo. Por suerte, mi razón se impuso, tenía ganas de sacarle la máscara, y cuando nos volvimos a reencontrar, le exigí lo siguiente si quería que nuestra relación se abriese:

    Primero, que yo podía hacer exactamente lo mismo, esto es, que podía acostarme con quien quisiera cuando me apeteciera. Esto, naturalmente, no era posible porque paso de complicarme la vida con otra persona si mis necesidades están bien atendidas y porque soy fiel; sin embargo, de la misma manera que ella tiene esa libertad, también la quiero para mí.

    Segundo, que desde el mismo momento que empezara a tener sexo con otras personas, que ni me buscara para tener sexo inmediatamente conmigo después en ese día ni que tampoco compartiera cama conmigo esa noche. Se me hace raro dormir con alguien que ha practicado sexo con otras personas. Es como si no lo mereciera. Porque el olor a otro cuerpo en su cuerpo sería para mí en ese momento algo insoportable, por mucho que se duchara y se restregara la piel con estropajo: no quería sentirme como la segundona, el “postre” que le espera cuando ya ha satisfecho su apetito principal.

    Tercero, que cada vez que se acostara con otra u otro le comunicara a esa persona que tenía una relación abierta conmigo. No hacía falta detalles: simplemente decir que tenía pareja y que tenía permiso acordado para tener sexo con otras personas.

    Y cuarto, que me lo contara, es decir, tampoco sin entrar en detalles, pero que tuviera la deferencia de avisarme de que había conocido a alguien y que tenía plan de follar. Sin más. Confianza siempre, para lo bueno y para lo malo.

    Ella me escuchó con atención. Yo, por supuesto, le dije que también cumpliría a rajatabla todos estos puntos para que todo estuviera en igualdad de condiciones. Y, repito, no me hacía gracia, pero, por suerte, no estaba enamorada de ella (estaba empezando a sentir algo, pero menos mal que no fue a más porque lo hubiera pasado peor). A los pocos días me dejó porque, según su punto de vista, “le estaba exigiendo demasiado”. No quiso especificarme cuál de los puntos que aclaré con ella le molestó, pero en ese momento supe que era una egoísta incapaz de comprometerse con nadie porque una persona sensata hubiera aceptado. Ni siquiera intentó negociar los términos, que estuve dispuesta a escucharla, pero tenía urgencia por acostarse ya con otras personas y me dejó.

    ¿Qué he aprendido? El doble rasero de la gente. Sí, bien, he vivido momentos preciosos con ella, pero por otro, me he dado cuenta de que las personas se descubren por sí solas, que las caretas se caen, que cuando te acostumbras durante mucho tiempo a lo bueno, cambiar es difícil. Todos estamos dispuestos a disfrutar de la vida, pero no a aceptar que la otra parte a la que supuestamente quieres pueda hacerlo de manera tan libre como tú.

    ¿Qué aconsejo para ahorraros unas sesiones de psicólogo? Uno: jamás aceptes una relación abierta si eres monógama, jamás aceptes ese tipo de relación por miedo a quedarte sola porque ambas partes vais a sufrir muchísimo, pero posiblemente, más tú, que cede cuando no deberías por capricho de la otra persona. Dos: tienes que tener mucha voluntad y mucha fuerza para aceptar que tu pareja pueda disfrutar de otros, trabajarte muchos los celos. Y tres: diálogo, siempre diálogo, si algún día tu pareja te lo propone, por favor, HABLADLO, LLEGAD A ACUERDOS, y si no llegáis a puntos en común, cortad la relación por vuestro bien.

    Un saludo, tenéis que ser coherentes con vuestras necesidades. Y si la persona que está a vuestro lado no cumple, primero, lo habláis, y luego, si no os escuchan o no ponen remedio, lo mejor es cerrar la puerta.


    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Respuesta a: LO QUE HE APRENDIDO ACERCA DE LAS PERSONAS QUE QUIEREN RELACIONES ABIERTAS…
Tu información: