A mi me ha pasado algo parecido.
Los motivos que me lo causaron a mi fueron varios, y es que me pasaba el día sola por el confinamiento, teletrabajando sola en mi casa todos los días… Y al pasar un tiempo así mi ánimo fue empeorando y me cuidaba menos, me obligaba a hacer mis obligaciones pero llegaba un momento del día que ya no podía más. Y a la hora de la cena me «premiaba» con un capricho así.
No sé si estás pasando por un momento de ánimo bajo, pero si es eso, cuando pase también pasará esto. Puedes empezar pidiendo menos, cortar 100% de raíz puede ser difícil y si no lo consigues puedes desanimarte.
Yo sigo pidiendo comida una o dos veces a la semana, cuando me apetece y sin sentirme mal y estoy a gusto con esto porque ahora sé que estoy mucho mejor que entonces, que cuido mi alimentación a diario y lo hago como un disfrute y no como un premio o vía de escape como entonces.
Ánimo!