Mira, hace ya cuatro días y aún no lo supero, el domingo me caí rodando montaña abajo en la primera cita que tuve con un chico que me flipa, POR QUÉ ME TIENEN QUE PASAR ESTAS COSAS.
Vale, pues básicamente fue un match en Tinder, de estos maravillosos, de los que fluye la conversación, hablas de todo y te sientes tan agusto que llegas hasta a tener sexting. Pues nada, quedamos el domingo para subir a la sierra de Madrid, porque con todo el tema COVID y eso preferíamos quedar en un espacio abierto y hacer algo guay. Él es muy montañero, sí uno de tantos que hay por Tinder, está acostumbrado al monte, parece una cabra, de hecho.
Pues el caso es que se subió una pelota para jugar (???), yo soy la típica que si hay balón cerca, va a mi cara, desde el colegio, pues esta vez no pudo ser menos.
Estábamos ahí ‘dándole toques’ al balón, me eché para atrás para poder darle y qué pasó??? EFECTIVAMENTE ME CAÍ POR EL TERRAPLÉN Y LO PEOR DE TODO ES QUE NO ME ROMPÍ NADA, porque si te rompes algo pues por lo menos hay drama, hospital, te toma en serio… PERO NI UN ESGUINCE, hice un ridículo…
Él se rió muchísimo y eso, pero de verdad, la imagen de ver a señora de casi cien kilos haciendo la croqueta monte abajo… Tierra trágame.