Hola, chicas:
Necesito saber vuestra opinión sobre un tema que me ha tenido toda la semana un poco desconfiada. En febrero conocí a un chico con el que no pasó nada, luego vino toda la crisis y nos volvimos a reencontrar a principios de julio y saltó la chispa! Hace tres semanas por fin nos lanzamos y todo ha ido muy bien: él era atento, cariñoso, cuando hablábamos por whatsapp me proponía planes chulos de escapadas juntos, hablaba ya de cosas «nuestras», el finde pasado se moría por estar conmigo desde el minuto 1… todo genial, hasta hace unos días.
El último día que lo vi fue el domingo de la semana pasada después de pasar todo el sábado en su casa y dormir allí (idea suya). Volví a la mía la mar de feliz e ilusionada, pero mi sorpresa ha sido que desde el mismo lunes ha estado muy distante y ayer viernes no pude evitarlo y le pregunté si le ocurría algo (me había insinuado y se había reído, le había propuesto quedar hoy si finalmente no se iba a otro pueblo con unos amigos y me había respondido que no le apetecía hacer nada en general). Su respuesta fue que no, que solo estaba muy cansado y apático de la semana de trabajo que había tenido y que no me rayara. Hablamos un poco más y quedamos en que el domingo nos veíamos. Me quedé muy tranquila.
Pues hoy ha subido una historia a Instagram con varios amigos suyos y su exnovia, con la que sé que se lleva muy bien y ya ha quedado en alguna ocasión después de que nosotros nos enrolláramos. Cuando me habló de ella me dio igual, pero ahora no he podido evitar desconfiar porque en las dos relaciones anteriores a estas los chicos en cuestión me utilizaron y no quiero que me pase otra vez… nunca he sido celosa ni desconfiada, pero esas dos historias me han pasado factura sin darme cuenta.
Ya estoy acudiendo a una psicóloga para tratar la inseguridad que me han causado otras relaciones. ¿Vosotras qué opináis? Mil besitos!