Hace unos meses tuve un accidente bastante grave y me tuvieron que operar para arreglar el destrozo que me hice. He tenido una parte de mi cuerpo inmovilizada durante bastante tiempo y he estado en reposo para que todo soldase y cicatrizase bien.
Bueno, la cuestión es que hace cinco semanas empecé sesiones diarias de rehabilitación en el centro más cercano a mi casa, yo ya conocía este centro porque había sido usuaria, pero no conocía al fisioterapeuta que me han adjudicado básicamente porque es nuevo Y empezó a trabajar poco antes de que yo empezara la rehabilitación.
La primera semana me pareció super serio y super borde. Me hablaba lo justo y si yo le preguntaba (soy muy preguntona y más en temas de salud) me contestaba con monosílabos. Estuve tentada a pedir el cambio pero pensé que a lo mejor el chico aún se estaba adaptando o simplemente era tímido.
La segunda semana ya me llamaba por mi nombre e incluso me preguntaba cómo estaba. Todo un logro teniendo en cuenta que la primera semana a duras penas le oí la voz. Tengo que decir que yo seguí igual de preguntona y parecía que hablaba un poco más.
A la tercera semana ya empezaron las preguntas de qué trabajas, cómo te hiciste esto, a preguntarme por el libro que llevo para leer mientras me ponen en las máquinas… Y con el paso de los días hemos establecido una especie de “rutina” y de complicidad explicandónos cosas de nuestra vida, tanto él como yo. Siempre son tonterías pero esas tonterías han empezado a gustarme.
Hay días en que me ponen en una máquina en la que tengo que estar tumbada media hora y con la cadera dentro de una especie de tubo. Esa máquina está en una sala a parte e individual de donde se suele hacer el resto de la sesión que compartes con otra gente. Cuando estoy en esa máquina entra muchas veces a la sala a preguntar cómo estoy, si necesito taparme, si tengo frío, si me duele, si estoy bien, si me trae una almohada. Puede que penséis que simplemente está haciendo su trabajo pero yo veo que no es tan atento con los demás.
Cuando me hace las movilizaciones o el masaje le noto nervioso, le sudan las manos, me pregunta cien veces si me duele o me hace daño, me explica con mucho detalle todo lo que me hace y por qué me lo hace. Y sí, es posible que solamente esté haciendo su trabajo pero yo veo que no dedica el mismo tiempo y atenciones a las demás personas de la sala ni les dice cosas para hacerlas reír.
La rehabilitación está siendo dura y con bastante dolor y él sabe que el proceso no es fácil. Cada día me pregunta cómo he dormido, qué tal pasé el día anterior después de la sesión, los viernes me pregunta qué voy a hacer el fin de semana y si tiene días de fiesta me explica que al día siguiente me atenderá otro fisio porque él no va a estar. También me dice que espera que no me acuerde mucho de él si me duele después de la sesión.
Me siento un poco rara y desconcertada. Hay señales que me dan a entender que muestra cierto interés pero por otra parte no quiero hacer nada que le perjudique en en trabajo. Me quedan muchas sesiones aún hasta tener el alta y no sé qué hacer. Me gusta y si no fuera mi fisioterapeuta le diría de ir a tomar un café pero en este caso no sé qué hacer. Y vosotras\os qué haríais?
Muchas gracias y perdonad el rollazo.