Reproducimos un testimonio que nos llega a [email protected]
Hola chicas, esta situación me está trayendo un quebradero de cabeza importante y espero que podáis ayudarme. Una amiga de la infancia con la que tengo muy buena relación me ha invitado a su boda en Turquía en septiembre. A su marido no le conozco todavía, pero no dudé en decirle que sí, cómo no iba a ir, si es mi amiga del alma. Me adelanté, lo sé, le dije que sí antes de ser consciente de los gastos que implicaba. Los vuelos ya solamente son 700 € en esas fechas, de regalo le queríamos dar lo mínimo pero algo, para que al menos cubriese el cubierto, y la estancia la pagamos nosotros también. He puesto en el título que calculamos unos 1000€ pero seguramente se suba más. El problema es que yo ahora estoy en el paro, tengo algo de dinero ahorrado pero lo quiero para comprarme un piso con mi pareja, igual que lo que él tiene guardado. No sé si decirle que no voy, porque es un gasto tan grande que ahora mismo no puedo permitirme, o si intentar hablar con ella para ver si podemos, de alguna forma, rebajar el coste. Me da muchísima pena porque la quiero un montón, y me hace muchísima ilusión ir a su boda (y obviamente, una parte de mí también se muere de ganas por ver Turquía ya que voy y pegarme un viajecito) pero siendo realistas no me da el dinero. ¿Qué haríais vosotras?
También os digo, la gente que os casáis fuera de vuestro país de origen, entendible porque puede ser que vuestras parejas sean de otro lado, por favor, tenéis que comprender que no todo el mundo puede gastarse un dineral en ir a vuestra boda, porque sé que hay gente que se enfada, y es como a ver amiguito, tus amigos se alegran mucho de que te cases, pero somos CLASE OBRERA, yo no puedo pagar 1500 € para verte dar el sí quiero, lo que implica que por supuesto luego me quedo sin vacaciones de nada porque no puedo estirar tanto mi nómina, y en mi caso, los 1000€ de paro hasta que encuentre algo. Yo opino que las bodas fuera del país tendrían que pensarse de tal manera que los novios paguen algo de estancia para todos los que vamos de lejos, porque si no es un dineral. O mira, sencillamente, asumir que no va a venir todo el mundo y casarte con la pena, porque dime tú qué coño hago.