Conocí a un chico en Tinder hace un par de meses. Tío mono, tímido, un poco cortado, pero con un encanto ufffff. Hemos quedado varias veces y cada cita ha sido mejor que la anterior. Vamos que estoy living con este chico. Pero hay un pequeño detalle: es virgen. Me lo confesó hace poco, así en plan vulnerable, y a mí me pareció tierno. El tema es que al verle tan nervioso y preocupado por estar a la altura, pues no sé qué me pasó por la cabeza y le dije que yo también era virgen.
Yo que empecé pronto con estas cosas, que ya he tenido mis experiencias, que hasta podría escribir un manual de «follisqueo»… Le solté semejante mentira sin pensar. En ese momento me pareció buena idea, como para que no se sintiera presionado ni juzgado. Pero ahora estoy en un bucle del que no sé salir.
Me da miedo que si se lo confieso piense que soy una mentirosa de manual y la cosa se enfríe. Pero también siento que seguir con esta farsa es un poco cruel. Porque no quiero que piense que esta experiencia es «la primera vez» para los dos, cuando en realidad para mí no lo es.
Es que no quiero que piense que me invento cosas por deporte, porque no soy así os lo juro.
siento que cualquier decisión que tome va a ser una cagada monumental. Os leo con ansias