Hola a tod@s!!! Voy con el jet lag, pero feliz año!
Llevo cinco años con mi pareja, tenemos 29 años y estamos fenomenal en todos los aspectos. Yo siempre he sido de probar cosas nuevas en el sexo y me encanta experimentar, pero el sexo anal es algo que me hace 0 gracia. Mis amigas que lo han probado tal vez un 20% lo han disfrutado y otro 80% se han cagado de dolor nunca mejor dicho.
El caso es que dejando de lado vivencias ajenas, no me pone nada y no me apetece nada probarlo, siempre he dicho que eso está diseñado para sacar cosas y no meterlas, coño. Cuando empecé a salir con mi novio me propuso muchas veces hacerlo porque no lo había probado nunca y se moría de ganas, y yo le iba dando largas, hasta que no pude más y le dije un no rotundo. Él lo respetó, pero sé que se le quedó ahí. Nunca me dice nada sobre el tema y lo aceptó bien, pero cuando a veces quedamos la cuadrilla de amigos tanto con la suya como con la mía, cuando empezamos hablar de sexo (nunca falla) y algunos de sus amigos o de los míos dicen que son fuegos artificiales, le veo en la cara un «yo también quiero». Sé que no debería sentirme mal por ello, pero siempre que le he dicho de probar algo nunca me ha dicho que no. Siempre lo hemos hecho y si no le gustaba y a mí sí o viceversa, pues no se volvía a hacer y punto.
Tenemos pensado casarnos, y estoy continuamente con el pensamiento de todo a lo que renuncias cuando decides casarte y escoges que esa persona será tu última pareja, y entre ellas está el hecho de no volver a tener un primer beso, una primera cita, una primera vez, y no quiero que se ofusque pensando que en tema sexo hay cosas que jamás probará porque sólo estará conmigo y yo no quiero. No sé si vengo en busca de consejo o desahogo, pero muchísimas gracias a todas por leerme!!!