Al volver de estos días de Pascua se me ha quedado una sensación muy extraña, de tristeza. Siempre he sido la rara y la gorda del grupo (sobre los 25 empecé a engordar lo que no está escrito).
Resulta que ya tengo cierta edad, 39 años (mentales 25, a lo mucho). Estos días, mi pareja y yo hemos pasado algunos ratos con unos amigos, solemos juntarnos en fiestas de nuestro pueblo y en algunas fechas. Tengo un grupo de amigas «de toda la vida» todas casadas y con hijos, menos yo.
Yo vivo con mi pareja desde hace más de 14 años y no podemos tener hijos. Primero fue porque tenía que acabar los estudios, no me sentía preparada, quería mejorar en mi trabajo y cuando me animé ya ha sido muy tarde. Me diagnosticaron menopausia precoz y no hemos podido tener, eso sumado a que estoy gorda.
De momento el tema de «no ser madre» lo estoy llevando bien, pero me doy cuenta que cada vez tengo menos que hablar con el grupo de amigas «de toda la vida», solo hablan de sus hijos, no tienen más tema de conversación. Cada vez nos juntamos menos, y el poco rato que nos juntamos solo hablan de su prole, el colegio, otros padres y madres, otros niños, el fútbol, comuniones, bautizos, ropa de niños, como cagan, el médico,…
Yo me intento integrar, pero al cabo de dos horas de los mismos temas y sin poder meter baza, me acabo callando y aislando leyendo el móvil o me voy.
Si están sus maridos acabo hablando con ellos más que con ellas, ya que tienen una conversación más divertida y se crean dos grupos, los hombres (y yo) y las madres. Odio eso de que los hombres vayan por un lado y las mujeres por otro, me parece de otra época. Esta situación hace que no me apetezca nada quedar con ellos, me siento fuera de lugar. Esto de los dos grupos hace que siempre son ellas las que se ocupan de darles la comida a los hijos, estar pendientes de ellos etc. Mientras los padres están tan tranquilos hablando y jugando a cartas (y yo con ellos, ya que no me cortan a cada frase que digo para correr detrás del niño/a).
Esto sumado a que la que consideraba mi mejor amiga desde que tiene hijos casi ni me llama, sólo me busca cuando necesita algo. Ella se ha ido alejando poco a poco. Mientras la llamaba yo hablábamos, pero me di cuenta que siempre era yo la que llamaba, así que dejé de hacerlo y ella ya no me llama (solo si necesita algo, ahí llama como si nada). Es una pena porque nos conocemos desde el colegio y para mi era como una hermana.
La he ayudado cuando le ha pasado algo, siempre le he ofrecido mi ayuda y amistad. Pues poco a poco me he dado cuenta que ya no me contaba nada, me enteré que se había muerto su abuela por su marido, ella no me dijo nada. Cada vez me cuenta menos cosas, la verdad es que ni hablamos. Le dejé un despacho en mi empresa para que atendiera a sus clientes (sin cobrarle) y ella últimamente ni aparece por aquí, solo de vez en cuando y si viene no pierde ni 15 minutos en hablar conmigo. Llega atiende y se va porque está muy liada. Entiendo que dos hijos dan trabajo, pero si nunca nos vemos creo que algún día podía tratar de sacar un ratito para hablar algo, no sé. Con ella era con una de las pocas personas que podía hablar de todo, aunque cada vez ella hablaba menos.
Desde que tuvo su primera hija se ha ido alejando, ahora con la segunda es peor. Creo que cuando alguien quiere hablar o charlar saca el tiempo. Luego veo que si queda con otra gente (con hijos) y eso me hace plantearme que no sé si no queda conmigo porque no tengo hijos y ya no tiene tema de conversación conmigo o porque es.
Está claro que yo no puedo hablar de pañales, ni dientes de leche ni esas cosas, no tengo ni idea de eso. Pero puedo hablar de otras muchas cosas, arte, música, política, cine, literatura, series, frikadas, fotografía, juegos, líos de amoríos, etc.
Aparte me ha pasado algo curioso estas pascuas y es que le pillé una mentira. Os voy a contar todo el salseo, para que juzguéis vosotr@s lo absurdo del tema.
Habíamos quedado unas amigas para comer el sábado y ella cambió los planes para otro día, ya que decía que ese día le venía mal (no dio explicación), después un día que fui con ella y su marido a comprar para una comida en su casa me dijo «que había quedado con el primo del marido ese día y cambiamos la comida de esas amigas al domingo» el marido le dijo «¡tu estás loca! si no hemos quedado» y ella lo miró con cara asesina y dijo que sí y que no podían quedar el sábado. Yo lo vi raro pero pensé, «está agobiada y se quiere quedar un día en casa tranquila después de varios días de comidas y eventos». Así que se hizo la comida el domingo, una de las amigas no pudo venir porque trabajaba ese día, por eso se había quedado previamente el sábado.
El lunes quedamos con otras amigas «las de toda la vida» (ella también estaba) y ahí me entero que había ido a comer a casa de otra amiga el día que se supone que había quedado con el primo del marido. ¡Me mintió! y lo peor es que no entiendo el motivo de la mentira. Lo normal hubiese sido decir «he quedado con Fulanita a comer el sábado y no me acordaba, vamos el domingo». Pues me mintió, hizo que mintiera su marido y el mismo domingo que estuvimos en su casa comiendo NO nos dijo nada (yo y mi pareja fuimos sin ganas, pero como habíamos quedado fuimos). Me sentí un poco tonta, cuando la otra amiga dijo que habían ido a su casa a comer y ella dijo «sí, es que pasamos por ahí» (ese por ahí es a 78 km).
¿Por qué me mintió? No entiendo como si somos amigas puede mentir con esa tontería. No entiendo para que fin, lo veo súper absurdo y me deja loca. Es como si algo se rompiera, ya no había tanto contacto (yo pensaba que era por que no tenia tiempo), pero joder, me ha mentido. Una mentira absurda, y además sin lógica. Cada cual puede quedar con quien quiera. ¿Por que lo oculta? ¡Yo no soy quien para decir a nadie con quien tiene que ir! La otra amiga lo contó con total naturalidad, ósea que ella no le había dicho que no dijera nada.
Ahora me encuentro desubicada, me sentía la rara del grupo y ahora más, veo que hasta mi mejor amiga me ha dado de lado. Si tenía pocas ganas de ir en fiestas o reuniones por el monotema, ahora después de lo de mi «mejor amiga» no tengo ningunas ganas de verlas ( y a ella menos).
Es como que todas pertenecen a un club del que tu nunca podrás ser y además tienes la entrada prohibida. Las quiero, pero me aburro con ellas cada vez más. Me gustaría que hablaran de temas más variados, parece que desde que son madres su vida se ha parado y no hablan de nada más que no sea niños, colegios, otras madres, profes, ropa, comuniones, actividades extraescolares, criticar a la gente, a otros padres, etc. Si queréis sinceridad, a no ser que no lleve dos cervezas encima no puedo soportar esas reuniones más de 15 minutos.
Ahora, aparte de ser la gorda del grupo, soy la estéril.